Un viaje a Valencia nos dio ayer la oportunidad de disfrutar de interesantes y placenteros eventos, como os explicamos anteriormente, asistimos a la entrega del Premio Sumiller de la Academia Internacional de Gastronomía a Manuela Romeralo, acto que tuvo lugar en Vuelve Carolina, el último local que ha abierto Quique Dacosta bajo el paraguas de Daco&Co, la empresa creada por el chef de Quique Dacosta Restaurante (Dénia), que antes de finalizar el 2010 también inauguró MercatBar, y aún hay más, en breve se instala en el aeropuerto de Alicante con Aire TapasBar.
El Restaurante Vuelve Carolina se encuentra en una zona financiera de Valencia, un local de más de 600 metros cuadrados ofrece desde desayunos hasta cenas, en un ambiente cálido, con distintas estancias de naturaleza actual que piensan en acoger adecuadamente a todos los comensales, en la barra, en las mesas para dos, para cuatro, para grupos, en sala o en reservado, con todo lujo de detalles, y un carácter en el que se reconoce al chef y creador, Quique Dacosta.
En la galería de imágenes podéis contemplar buena parte del local, Vuelve Carolina ocupa dos plantas, además de la barra para los que pueden dedicar menos tiempo a comer, destacamos dos espacios verdes, con un jardín vertical en un comedor, y con un patio-jardín interior en otro. A pesar de lo altos que son los techos, las cortinas, la madera y los detalles en cada rincón que evocan descanso y tranquilidad, te hacen sentir en casa.
Seguramente ya sabéis lo que se ofrece en Vuelve Carolina, definido como Tapas, bar, taula (mesa), Quique Dacosta ha fundado la nueva oferta gastronómica en Valencia. No hemos conocido los desayunos, pero seguro que hay una interesante carta. Para comer a mediodía o cenar por la noche, hay distintas opciones, por un lado, dos menús degustación, Compartir es un menú que se sirve en el centro de la mesa y que consta de seis tapas saladas y dos tapas dulces al precio de 20 euros. El menú Individual ofrece una tapa como primer plato, un entrante como segundo plato, un principal como tercer plato y un postre de la carta, al precio de 24 euros.
Además, está la carta que podéis consultar aquí, abundan las tapas tradicionales que se elaboran con materias primas de calidad y la maestría y creatividad del chef, que después deja en manos del jefe de cocina Germán Carrizo y de Carito Lourenço, en sala dirige Manuela Romeralo junto a Luján Carnicer, el equipo se completa con cocineros y servicio de sala con un total de 20 personas que participan para que el comensal disfrute de la experiencia.
Hay mucho más que tapas, nos gusta la carta, demanda un recorrido con tiempo y con repeticiones, pero de momento nosotros os vamos a mostrar el menú de Vuelve Carolina, en el que sigue desvelándose la creatividad de Quique Dacosta en un concepto gastronómico distinto al de su restaurante, hay tradición, hay vanguardia, hay producto, hay pericia.
Empezamos degustando el Yogur de Foie Gras (en espuma) con migas caramelizadas y frutos secos rallados, esta primera tapa es el interruptor que activa múltiples sensaciones placenteras en el paladar, reúne la elegancia del buen paso en boca, la suavidad, el sabor, la textura e incluso la comodidad en su degustación, muy ligero y equilibrado.
Continuamos con la Ensalada verde de tierra y mar, un plato que Quique Dacosta crea en homenaje a Antonio Muiños (dispone de los mejores cultivos de algas de Galicia, a nuestro parecer). Una delicia de plato, y generoso. Si la ensalada de algas por sí sola ya nos parece un manjar, en compañía del hígado de rape se descubre lo que es la armonía en el paladar, a destacar el sutil aderezo de sésamo incluyendo sus semillas y un discreto toque de guindilla.
Poco hay que decir del siguiente bocado, la Ostra Guillardeau al natural, delicada, fresca… para nosotros un manjar. Da paso a una serie de tapas tradicionales con la mencionada tendencia actual, creativa y de enaltecimiento del sabor y de la textura. En primer lugar, una Coca de setas con una fina loncha de panceta encuentran el equilibrio combinando una masa fina, crujiente, poco tostada con un sabor muy neutro para dar protagonismo a los hongos, éstos carnosos, cubiertos con la fina grasa que envolverá el paladar en su degustación sin hacerse pesado.
Llegan después unas corpulentas Croquetas de hongos, jugosas, melosas y generosas en sabor. La Bomba de queso ahumado no se queda atrás en volumen, y mucho menos en sabor para dos amantes de los quesos como nos declaramos. Crujientes por fuera, cremosas, fundidas por dentro, especiadas moderadamente y acompañadas de una salsa que de nuevo nos muestra la armonía en la combinación, dudábamos de acompañar la bomba con la salsa, pero al probar el juego de sabores, se convierte en un elemento imprescindible.
Volvemos a degustar un ‘yogur’ en esta ocasión servido en copa, y caliente, el Yogur de mejillones tigre, estos escondidos en el fondo, en cada cucharada hay oportunidad de disfrutar de sabores marinos, agros (que no agrios) y lácteos, un festín que continúa con un extraordinario arroz desde todos los puntos de vista.
Nuestro arroz es su nombre, combina verduras y ave, mucho sabor que descubrimos ligera y agradablemente ahumado, con una buena ‘picada’, un sofrito potencial y maestría (conocida por todos) en su ejecución, meloso y en su punto.
Dos postres endulzarán el final de la comida, el denominado Milhojas clásico, al que muchos milhojas quisieran parecerse, simplemente delicioso, en la simpleza también hay que saber hacer. Terminamos con el Bosque de chocolate que Quique Dacosta elabora en homenaje a la familia Torreblanca, pues el bosque está sembrado de chocolate en distintas texturas y erguida está la miga del Panetonne del pastelero.
Como podéis imaginar, Manuela Romeralo realizó una selección de vinos para acompañar el menú, empezamos con un champagne Perrier-Jouët Blason Rosé que nos daba la bienvenida a Vuelve Carolina. A continuación degustamos un V3 Viñas Viejas 2008, un D.O. Rueda de Terna Bodegas. El tinto de la bodega de Julián Chivite, C.O. Navarra, fue el Chivite Colección 125 Aniversario 2004. Nos gustó mucho la selección de la sumiller, destacando el último, quizá porque los tintos están entre nuestras preferencias.
Quedamos con ganas de Volver (Carolina), de seguir recorriendo la carta de tapas gastronómicas, pero también hay que ir a MercatBar, y posiblemente a Aire, y sin ninguna duda a Quique Dacosta Restaurante, que abre la temporada a finales de marzo y promete sorprender.