Muchos postres ganan cuando se aderezan con virutas de chocolate, nos los sirven, o los servimos, con la cantidad que cada uno considera oportuna o se dispone un tipo de chocolate con el porcentaje de cacao elegido, es lo más habitual, pero ¿por qué no dejar escoger al comensal?
Esta es una ingeniosa forma de presentar un postre con chocolate, además de dar la opción de disfrutar de varios tipos de chocolates distintos, este servicio permite ajustar la cantidad de virutas de chocolate al gusto, hacer mezclas y repetir.
Se trata de una idea japonesa, del diseñador Oki Sato y del pastelero Tsujiguchi Hironobu, de St. Claire y Le Chocolat de H. Como podemos ver en las fotos, son lápices de chocolate que se acompañan de un sacapuntas especial que permite hacer esas finas virutas que engalanarán el tercer plato.
Lástima que de momento sólo se encuentran en los comercios de Tsujiguchi en Tokio, o quizá mejor, porque muchos seríamos capaces de llevarnos directamente el lápiz a la boca.