Acabamos de conocer los vinos Four, una empresa que ha lanzado al mercado su vino en tubos de cartón como si de una primicia se tratase. Evidentemente ya hace bastante tiempo que el vino se comercializa en cajas de cartón pero según indica esta empresa, se trata de una novedad porque el envase tiene forma de tubo, su capacidad es de tres litros y en ellos se encierran los vinos Cavernet Sauvignon y Petite Sirah que se producen en California (Estados Unidos).
Four indica que son varias las ventajas que ofrece el vino en tubos de cartón, son envases muy resistentes y su sistema de cierre es mucho más hermético que el tradicional corcho de las botellas de cristal, con lo que dicen que el vino se conserva mucho mejor en este envase que en una botella.
La empresa argumenta que es toda una innovación y cree que sus vinos Four en este tipo de envases pueden cambiar el mercado e iniciar el comienzo de un nuevo modo habitual de consumir el vino tal y como ocurrió cuando las botellas de cristal sustituyeron a las antiguas ánforas (recipientes cerámicos utilizados por las antiguas civilizaciones griega y romana). Otro argumento ofrecido es que todos los materiales que conforman el envase son reciclables y se realiza un gran ahorro energético a la hora de producirlos.
La verdad es que se pueden plantear varios inconvenientes, al menos en lo que se refiere a formato y conservación, ya que no se discutirían algunas características interesantes como puede ser el respeto medioambiental o el ahorro económico. Para los amantes del vino, el envase de cartón se reserva para otro tipo de bebidas, quizá sea la costumbre, pero el vino en botella sabe mucho mejor. Poner tres litros de vino sobre la mesa tampoco es algo habitual y más sabiendo que los índices de consumo se reducen cada día más. Se supone que el vino que ofrece Four es de calidad, sería entonces un vino de guarda, resultaría bastante difícil de aceptar guardar un vino en un envase de cartón durante varios años. Hay que aclarar que el vino en realidad se encuentra encerrado en una bolsa de plástico dentro del envase de cartón.
Algunos productores opinan sobre el nuevo envase e indican que para los vinos baratos podría ser una buena opción de comercialización, pero no para los vinos de calidad. Otro aspecto a destacar es la pérdida de glamour o encanto a la hora de tomar un vino, de acuerdo que se trata de una tradición, pero está muy arraigada y será difícil sustituirla por abrir un envase de cartón.
Como decíamos anteriormente, además de la reducción del consumo de vino, hay que añadir otro inconveniente, la crisis económica provoca que los consumidores sean más ahorrativos, con lo que será difícil que desembolsen los 34 euros que cuesta cada envase de Four.
De momento, como dato curioso hay que decir que el vino Four se está comercializando bien, los responsables de la empresa así lo indican. Quizá sea por la novedad, ya veremos cómo responde el mercado en los próximos meses y si será bien aceptado en la feria comercial ProWein de Düsseldorf que se celebrará en Alemania el próximo mes de marzo.
Vía | El Mundo Vino