Sovio Wines es una empresa chilena que produce un “vino de 8 grados”, se trata de una bebida que ha traído polémica en el Reino Unido, donde actualmente, el tribunal supremo del país está decidiendo si a un destilado de uvas cuya graduación no supera los 8 grados y además se ha manipulado químicamente se le puede llamar vino.
Si nos basamos en la definición de lo que es el vino, podemos comprobar que sólo se le atribuye el nombre de vino a los líquidos que resultan de la fermentación alcohólica del zumo de uvas, sin que se haya añadido ninguna sustancia para ello. Cuando no se superan los 9 grados de graduación alcohólica, en teoría no se puede definir como vino al «vino de 8 grados«. Pero hay que añadir que el denominado “vino” producido por Sovio Wines es sometido a un proceso químico por la empresa californiana ConeTech para reducir su graduación alcohólica y añadirle gas, con lo que incumpliría todavía más la definición.
Sovio Wines pretende denominar a su producto vino semiespumoso, algo a lo que se opone la Agencia Alimentaria británica (FSA), sobre todo porque el proceso empleado para reducir el volumen alcohólico del destilado de uvas chileno es ilegal en Europa, recomendamos dar un vistazo al Pdf de la Ley de la Viña y el Vino.
Podemos citar un caso similar de vino con baja graduación alcohólica producido en España, pero de una forma natural, hablamos del vino Altos de la Ermita, cuya graduación alcohólica alcanza solamente los 6,5% vol. gracias a las levaduras responsables de su fermentación, levaduras nada eficientes en la tarea de transformar los azúcares en alcohol. Altos de la Ermita no es un vino con todas las de la ley y su definición es vino con baja graduación alcohólica, pero existen claras diferencias con el vino producido por Sovio Wines.
Leemos en la publicación digital Expansión, que ayer Sovio Wines argumentaba su petición de denominar vino a sus destilados ante el Tribunal Supremo, dos años de enfrentamientos entre esta empresa y la Agencia Alimentaria británica han acabado en los tribunales. Las autoridades británicas paralizaron la venta de estas bebidas en agosto de 2007 al detectarse que ni las etiquetas ni el sistema de producción del destilado cumplían las exigencias comunitarias. Para evitar la pérdida de ventas, la empresa decidió calificar a su destilado como bebida basada en el vino. Por otro lado la producción fue llevada a California a fin de esquivar la normativa europea, ya que en Estados Unidos la técnica que se emplea para reducir la graduación alcohólica sí está autorizada.
Al cabo de un año, en 2008 Sovio Wines volvía a vender sus destilados blancos y rosados, los podéis ver en la fotografía. Pero esta empresa no se ha conformado con poder vender nuevamente su producto, ahora quiere además pedir daños y perjuicios por ese año que no ha podido comercializar sus “vinos semiespumosos”. La empresa sale por peteneras e indica que su bebida contribuye a reducir el consumo de alcohol de la población, también podríamos decir que otras bebidas hacen lo propio.
Si el Supremo londinense falla a favor de Sovio Wines se presentará un precedente peligroso. Actualmente se busca desarrollar nuevos vinos sin alcohol, ya que los denominados vinos de bajo contenido alcohólico adquieren cada vez mayor relevancia, pero no con técnicas como las utilizadas por esta empresa.
Vía | BBC