No tenemos más referencias de la Vinagreta historiada que la que aparece en el libro 1080 recetas de de cocina Simone Ortega (y seguro que su origen nos resultaría interesante), bueno, en realidad hay dos recetas cuya característica común es la incorporación de huevo duro. Como el libro mencionado está en casi todas las bibliotecas culinarias, podéis consultarlo (página 73, receta 104).
De las dos opciones de Vinagreta historiada que aparecen, es la primera la que elaboramos más a menudo y es la que queremos compartir con vosotros, aún teniendo el libro, son elaboraciones que a veces se pasan por alto, y es un aderezo que nos vendrá muy bien para nuestras recetas de verano, aunque también es ideal en cualquier época del año.
La Vinagreta historiada está indicada, según Simone Ortega, para pescados cocidos fríos o calientes, garbanzos, espárragos, etc. Nosotros la hemos utilizado en muchos otros platos, con la misma base pero adaptándola a nuestro gusto y con algunas variantes según el plato que vaya a acompañar, generalmente son ensaladas, va muy bien con ensaladas de patatas, con ensaladas de pollo, con ensaladas de pasta, menestra de verduras…
Ingredientes
- 2 huevos
- 2 c/c de mostaza (nosotros siempre utilizamos la antigua)
- 1 c/s de vinagre
- 100 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 1 c/s de perejil (en esta ocasión hemos sustituido el perejil por cebollino)
- sal.
Elaboración
Pon agua en un cazo para hacer los huevos duros, después enfríalos bajo el chorro de agua fría, pélalos y separa las yemas de las claras.
Pon las yemas en un cuenco e incorpora la mostaza, mezcla bien chafando las yemas con el dorso de la cuchara. Añade el vinagre y a continuación el aceite de oliva a hilo o poco a poco, para ir mezclando y emulsionando. La receta original indica el doble de cantidad de aceite, según el plato que deseas aderezar será incluso conveniente poner más para que sea una vinagreta más ligera.
Sala la vinagreta al gusto y justo antes de servir, añade el perejil picado y las claras de huevo también picadas bien pequeñitas. De forma opcional puedes variar las hierbas aromáticas, por ejemplo sustituyendo el perejil por cebollino, albahaca, cilantro… También puedes añadir ajo, cebolla fresca, etc.
Sirve la Vinagreta historiada en una salsera para que los comensales se sirvan al gusto.