Ayer hablábamos del libro El mundo según Monsanto, obra de la periodista francesa Marie Monique Robin que ha sido presentada recientemente en nuestro país. Para completar un poco más la información de ese post, nada mejor que añadir este vídeo. Se trata de un documental de 110 minutos de duración con subtítulos en español, aunque la presentación que se realiza antes de la emisión del documental (unos dos minutos) no contiene subtítulos.
En el vídeo El mundo según Monsanto podremos conocer todas las investigaciones realizadas por Marie Monique Robin, la historia es contada al público como si se tratase de un thriller sobre la salud pública.
El documental comienza en París, con el famoso herbicida Roundup en el que su principio activo es el glifosato, uno de los productos más utilizados en todo el mundo y especialmente en los cultivos transgénicos.
El Roundup ha cambiado su formato y ahora el envase no contiene la leyenda biodegradable como antaño incluía, evidentemente se ha demostrado que esa condición no es propia de este herbicida, se podría hacer una comparativa con las etiquetas de los alimentos funcionales, muchos ya no pueden incluir leyendas que no sean veraces y estén contrastadas científicamente.
En el documental nos plantearán muchas preguntas, la mayoría de ellas relacionadas con los alimentos transgénicos y las empresas que los desarrollan, especialmente Monsanto. La tarea de investigación a través de la red, la visita a diferentes países para conocer algunas de las supuestas consecuencias de producir o ingerir alimentos transgénicos, distintos investigadores denuncian a través del documental el daño medioambiental y humano causado por algunos de los productos desarrollados por Monsanto, como por ejemplo el PCB (Policloruro de Bifenilo), considerado uno de los doce contaminantes más nocivos desarrollado por el hombre.
También se habla de los sobornos de la compañía Monsanto realizados a diferentes cargos políticos de diferentes países, se habla de la hormona de crecimiento bovino y de cómo se introdujo forzosamente, también se denuncia que los Gobiernos (especialmente el norteamericano) no tomó cartas en el asunto durante años a sabiendas de que esta hormona era peligrosa.
Monsanto es una poderosa multinacional que cuenta con muchos contactos situados en puestos importantes del Gobierno estadounidense y de otros países, según se desprende del documental, la salud de los consumidores y de los animales son aspectos relegados a un segundo término, lo más importante es el enorme beneficio económico que se puede generar con los cultivos biotecnológicos.
Pruebas médicas y científicas son ofrecidas en el documental, y algunos estudios se muestran como poco fiables pero han sido aceptados por los Gobiernos. También se habla de cómo han afectado las patentes de Monsanto a algunos agricultores, podemos recordar por ejemplo el vídeo Semillas transgénicas, sus problemas y consecuencias y cómo este tema ha castigado los agricultores.
En fin, no os vamos a contar el documental, es mejor tomarse el tiempo necesario y verlo al completo, que cada uno saque sus propias conclusiones.
4 comentarios
Una cadena de televisión, su canal «2» emitió el reportaje en castellano. Seguramente se puede conseguir a través de grupos ecologistas o bien por el emule.
Siento tanta indignación al ver el video que muestra una realidad que vivimos en Argentina, que no puedo explicarla, lo que más me produce rabia es la tremenda hipocresía de los gobernantes, sobre todo los que se dicen creyentes, y juran sobre los santos evangelios, ¡¡qué cara de piedra tienen!! permiten que a los que ellos gobiernan se los mate sin culpa alguna, pues legalizan a un asesino, estas cosas me hacen alegrar cada día más de ser atea.
Hay una serie de conceptos que deberíamos tener suficientemente claros, pero que parece ser que no lo están.
La protección de derechos de autor no puede ser ilimitada, ni pasar absolutamente por encima de los derechos del consumidor.
La libertad de mercado no debe estar referida solamente a los derechos de la oferta, sin contemplar sus obligaciones, que son derechos para la demanda.
Nunca el ‘mercado’ ha sido libre.
Cuando se inició el concepto de ‘liberalismo’ se mencionaba que ‘el príncipe’ no debería intervenir porque el mercado funciona por sí mismo (‘le monde va de lui même’).
Desde entonces, los ‘neo-liberales’ actuales intentan dar gato por liebre en cualquier concepto que tocan, sobre todo en el tema del ‘libre mercado’: libertad sólo en una dirección, y sin cortapisas y sin miedo a las consecuencias. (¿Hasta cuándo veremos a la justicia ir detrás de casos flagrantes como el del amianto? Y aún así, ¡lo que cuesta!)
La teoría económica ‘pura’ supone un mercado perfecto, cosa que, harto está demostrado, no existe.
Así pues, los que defienden la libertad de mercado deberían pensar bien a qué se refieren, si bien es cierto que esto no podrán hacerlo con justicia, dados los intereses que en ello tienen los que ostentan el poder en el mercado real, no el que imaginaron los economistas ‘liberales’ de siglos pasados.
Mientras no haya límites, y se confunda libertad con el ‘todo vale’ me temo que nada evitará el colapso de la sociedad que conocemos… si es que es verdad que la conocemos.
Demasiado fasto por el consumo, me temo.
Muy bueno