Se podría decir que se ha dado vía libre a los alimentos de Marruecos, al parecer, la Comisión Europea y el Gobierno marroquí han alcanzado un acuerdo para incrementar la liberalización de los alimentos que ese país produce, podrán exportar a toda Europa un total de 254.000 toneladas de tomates sin que tengan que pagar ni un solo euro en aranceles. Para engrosar más el problema hay que advertir que Marruecos podrá incrementar esta cifra hasta alcanzar las 285.000 toneladas cuando hayan pasado cuatro años de la firma de dicho acuerdo. El excedente a partir de esta cifra podrá introducirse en Europa, pero Marruecos deberá pagar entonces los aranceles correspondientes.
Es realmente asombroso, se brinda la liberación de la exportación de alimentos de Marruecos y de otros países y en cambio, si un país de la Unión Europea debe exportar algún producto a Marruecos, los impuestos deben ser pagados sea la cantidad que sea. ¿Qué tipo de política es esta?, evidentemente los sectores agrícolas europeos y especialmente los españoles, son los que van a pagar más las consecuencias. Recordemos el post La Unión Europea pretende dar luz verde a las naranjas de Marruecos, en él destacábamos que la Comisión Europea pretendía liberar cualquier restricción sobre esta fruta, pudiendo entrar a la UE todas las naranjas producidas por este país.
Los argumentos que entonces ofrecía la Comisaria de Agricultura Mariann Fischer Boel resultaban un tanto absurdos, indicaba que las naranjas de Marruecos no eran tan valoradas y que su producción no era excesiva, 740.000 toneladas en el año 2007. Si conjugamos la libre entrada de frutas y verduras de otros países con el nuevo reglamento de frutas y hortalizas que entró en vigor el pasado mes de julio, en el que se suprimían 26 normas de calidad, el resultado puede resultar desastroso, un ‘todo a cien’ de frutas y verduras. Pues bien, parece ser que además, la UE va a financiar a Marruecos para que duplique su cultivo de cítricos….
Los agricultores no sólo deben soportar la actuación de las grandes cadenas de distribución y los movimientos especulativos, además deberán presenciar como camiones de productos marroquíes pasan delante de sus narices agravando todavía más la crisis del sector. El nuevo acuerdo alcanzado por la Comisión Europea y Marruecos es tirar piedras sobre el propio tejado, Marruecos pide y la Unión concede, no es extraño que el sector del tomate o la fresa española esté seriamente preocupado.
El Gobierno de nuestro país solicitó el retraso de la firma del acuerdo argumentando que no era el mejor momento para ello y es fácil entender por qué, basta con conocer en qué situación se encuentra el sector agrícola español, recordemos la crisis del melón, la crisis de la sandía, la crisis de los pimientos verdes, el problema de las patatas viejas… en definitiva, crisis en todos los alimentos de temporada.
Volviendo al tema del tomate marroquí, hay quien dice que descaradamente nos han vendido a Marruecos, así lo afirma el presidente sectorial del tomate de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport). Hay que destacar además que Marruecos no ha cumplido las cuotas pactadas anteriormente y ha estado introduciendo sus productos sobrepasando los límites, como ejemplo podemos citar un artículo del Diario de Sevilla en el que se muestra el crecimiento de las exportaciones marroquíes y de cómo se superan los límites mensuales establecidos. “Marruecos tiene derecho a introducir tomate libre de aduanas en Europa siempre y cuando lo haga en una determinada cantidad, estipulada mes a mes, y a un precio fijo de 0’46 euros el kilo. Por ejemplo, para el mes de octubre tiene 10.600 toneladas y en noviembre 27.700, hasta completar los 213.000 anuales.” Sin embargo, durante los quince primeros días de octubre entraron en Europa hasta 24.000 toneladas de tomate.
Agravemos todavía más el tema, citaremos el post sobre El fraude de los limones, limones importados desde Turquía que se maquillan y se comercializan como si fueran españoles… la verdad es que el panorama es desalentador y no es extraño que más de un agricultor crea que es mejor tirar la toalla para no sufrir más esta presión. Qué le dará Marruecos a la Unión Europea para recibir tal trato de favor…
Recordemos el post Consumir patatas españolas, ayuda y nos ayuda, debemos aplicarlo a todos los productos nacionales, nos queda mucho más por decir, pero ya tendremos tiempo de ello, ahora será interesante conocer las reacciones del sector y la posición que adoptan. Por cierto, por qué no hacer un IPOD sobre los alimentos que son exportados de estos países hacia la Unión Europea, seguro que nos asombrarían los resultados.
Vía | RTVC
Foto | The Ewan
Foto 2 | Francesco Crippa
5 comentarios
Esto es realmente preocupante. Ya no se trata de la calidad de la pieza de fruta u hortaliza en si. En definitiva, las normas de calidad que se han derogado afectaban a criterios de tamaño, magulladuras… etc
A mi lo que me parece más peliagudo de todo este asunto es lo siguiente: ¿Marruecos aplica las mismas normativas de sanidad y toxicidad a los herbicidas con los que trata sus cultivos, que los que aplica la Unión Europea?
Yo creo que esto no solo supone la entrada de una verdura de menos calidad. Supone además una entrada extra de veneno.
Progresivamente contemplaremos como medidas de este tipo irán aumentando. Está claro, a Bruselas no le interesa ya la agricultura subvencionada de la unión, todos los cultivos que consideren deficitarios o que se puedan conseguir vía «países pobres» tendrán carta verde.
Sólo hay que observar sectores como el pesquero (reducción de flota) y la metalurgia pesada (por citar un sector secundario, sale más barato el hierro traído de india que el español).
Realmente es preocupante el tema, el sector agricola Español esta siendo aniquilado por las politicas Europeas, no se donde nos quieren hacer llegar estos politicos de pacotilla, pero tengo algo muy claro y es que los Españoles tenemos que cambiar nuestros abitos de consumo, dejar de lado las grandes superficies y pasar a la acción de una manera mas drastica volviendo a las antiguas tiendas de barrio de toda la vida, y exigiendo materia prima del pais, o como en mi caso comprar directamente al agricultor, es un placer ver como te saca de la tierra la lechuga que al cabo de unas pocas horas degustaras con tu familia, sabiendo que un agricultor de tu zona se gana bien la vida, mas el ahorro energetico de no consumir productos de fuera que pasan miles de kilometros en camaras y com productos quimicos que evitan que se hechen a perder en el trayecto, los consumidores tenemos la ultima palabra observando lo que compramos y aquien.
Es un serio problema, de eso no hay duda, con respecto a la reglamentación europea sobre el contenido en pesticidas u otros elementos químicos, posiblemente entren en Europa alimentos que no cumplan las normas y por tanto la calidad alimentaria se degrade más.
Interesante el apunte realizado por Mr Kitchen, demasiadas subvenciones… una manera de eliminarlas sería importar alimentos de estos países, pero tirar tantas piedras sobre nuestro tejado terminará hundiéndolo. ¿terminaremos dependiendo de los alimentos producidos por estos países?
Las políticas europeas parecen no ver el bosque que hay tras el árbol que se encuentra enfrente. Los consumidores tenemos mucho poder pero la cuestión económica nos frena, y más en tiempos de crisis. Pero no podemos obviar tampoco las pésimas políticas agrícolas españolas y como se le ha dado la espalda a los agricultores de nuestro país.
Hay mucho de que hablar….
Saludos
Si en Europa, con todas sus normativas de toxicidad, salubridad y medioambientales hemos tenido escándalos como el de las vacas locas, da miedo pensar qué nos puede traer la importación de productos agrícolas de países tercermundistas, en los que estas normas no existen.
Además, ceder la soberanía alimentaria y depender de terceros países para obtener comida es muy peligroso. ¿Qué pasaría si, en cualquier momento y por cualquier motivo, no nos pueden suministrar dichos alimentos? Está claro: habría escasez, el precio se dispararía y lo que es peor, pasaríamos hambre.
Otros efectos colaterales serían: el aumento del paro en nuestro país, la pérdida de biodiversidad (por abandono de cultivos), la pérdida de calidad en los productos alimentarios (además de su más que dudosa salubridad) y un claro empobrecimiento de la calidad en nuestra gastronomía.
Y por supuesto, sería de ilusos pensar que la importación de productos hortofrutícolas abaratará el precio y beneficiará al consumidor. Con dicha medida sólo favorecerán a los intermediarios, como siempre…