A través de la página web del Parlamento Europeo podemos saber que se ha vetado el etiquetado de alimentos de animales clonados, la Comisión Europea se niega a poner en marcha un sistema de etiquetado que identifique estos alimentos, ya sea obtenido de animales clonados o de sus descendientes. Tanto la Comisión Europea como los Gobiernos de los países miembros, no aceptan el etiquetado y la razón expuesta es que se podría desencadenar una guerra comercial con Estados Unidos.
Nuevamente prevalecen los intereses económicos, sobre la transparencia informativa y la posibilidad de que cada consumidor europeo decida si quiere o no comer alimentos clonados de primera o segunda generación, una vez vetadas las etiquetas de alimentos de animales clonados, la situación se torna incierta. Las conversaciones para actualizar el reglamento sobre los nuevos alimentos se ha roto. Recordemos que el año pasado la Comisión Europea y el Consejo de Ministros estaban a favor de que los alimentos obtenidos a partir de animales clonados fueran sometidos a las mismas reglas que rigen a los denominados nuevos alimentos y el argumento para ello era que no existía una legislación específica que los regulara. En cambio, el Parlamento Europeo, el organismo que representa los intereses de los ciudadanos europeos, se pronunciaba contra la clonación animal.
El debate sobre la clonación en Bruselas se ha roto, lo que indica que el actual Reglamento sobre nuevos alimentos que fue aprobado en 1997 se mantendrá en vigor. La representación del Parlamento Europeo indica que resulta frustrante que el Consejo de Ministros no haya querido escuchar a la opinión pública. Será interesante recordar que la Unión Europea se sustenta sobre tres instituciones, la Comisión Europea, en teoría, defiende los intereses de la UE en conjunto pero obviando la decisión individual de cada país, el Parlamento Europeo es la representación de los ciudadanos de los países comunitarios, y el Consejo de la Unión Europea es el organismo que representa a los países miembros a nivel individual.
Parece que los deseos y decisión de la representación ciudadana en la UE pesa poco, y pensar que la propia CE proponía una moratoria para los alimentos clonados en la Unión Europea de una duración de cinco años, se pretendía entonces suspender esta técnica para producir alimentos obtenidos a partir de animales clonados y además se intentaría vetar la importación de este tipo de alimentos, ahora nos sorprenden con el argumento de una guerra comercial. Imposible fiarse de la Comisión Europea, ya dijimos en su momento que esta propuesta nos sorprendía, especialmente porque hasta el momento había apoyado con contundencia los alimentos clonados.
El Parlamento Europeo ha mantenido desde un principio una misma postura y no ha actuado como una veleta, tal y como ha actuado la CE, el Parlamento no estaba dispuesto a traicionar la confianza que los consumidores habían depositado en él. Tenemos derecho a saber qué es lo que comemos, cada consumidor debe poder decidir si quiere o no comer alimentos clonados o alimentos transgénicos, sin embargo, se nos veta ese derecho.
Al parecer, sólo se aceptaba identificar la carne bovina clonada y únicamente si se trataba de primera generación, hacer una etiqueta que abarque productos y derivados de segunda generación es para la CE y el Consejo de Ministros inviable e inaceptable. Recordemos que el Reino Unido apoya los alimentos clonados y se pronunció indicando que la mencionada moratoria no tenía justificación alguna. Claro, razones no les faltan después de que se destapara el caso la venta de leche de vaca clonada en el Reino Unido. Si a esto añadimos la postura de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (de ello hablábamos en el post La EFSA ratifica la seguridad de los alimentos clonados), blanco y en botella.
Pero aún hay más, en lo que respecta al proyecto de regulación de alimentos clonados en la UE y concretamente con los alimentos desarrollados con nanotecnología, no van a ser regulados debidamente y no se van a seguir reglas específicas respecto a los nanomateriales que se emplean en la alimentación. Esta actitud tendrá consecuencias, posiblemente sean muchas las organizaciones que se manifiesten contra las posturas que se acaban de adoptar, da la impresión de que la CE y el Consejo de Ministros salvaguarda únicamente los intereses económicos. para finalizar, cabe destacar la pregunta de la Federación Europea de Consumidores que podemos leer en la publicación digital El Periódico, una vez desestimado el etiquetado de alimentos de animales clonados, ¿Qué intereses defienden los ministros?
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