En esta época de crisis en la que triunfan las marcas de distribución y las marcas de fabricantes ven reducir sus ventas, las nuevas estrategias de marketing y propuestas innovadoras adquieren mayor relevancia. Acabamos de conocer una curiosa iniciativa protagonizada por la compañía Heinz con la que pretende llegar a los consumidores, se trata de la venta de ketchup en las jardinerías. Al parecer, la nueva estrategia de mercado de Heinz había sido probada puntualmente, pero ahora ha decidido implantarla de forma permanente y no sólo con las salsas de tomate, con muchos de los productos que esta compañía comercializa.
Vender ketchup en las jardinerías es una fórmula transgresora, nadie esperaría encontrar salsa de tomate en una tienda de ropa, una jardinería o una tienda de ordenadores. Evidentemente el producto llama la atención y destaca del resto de productos que se comercializan por no encontrarse en la línea de comercialización del establecimiento en cuestión.
Heinz es una compañía estadounidense agroalimentaria que comercializa todo tipo de productos, platos preparados, salsas, condimentos, alimentación infantil, etc., bajo los valores PREMIER (Pasión, Riesgo, Excelencia, Motivación, Innovación, Empuje y Respeto). Esta nueva iniciativa de mercadotecnia se ampara en el concepto de Innovación con el que la compañía pretende fomentar la creatividad, la inventiva y la originalidad en el trabajo. De momento la estrategia se ha implantado en el Reino Unido, se podrán encontrar productos Heinz en los comercios más inusuales, alimentos infantiles en las tiendas de bebés, ketchup en las jardinerías, etc.
Según se indica en el periódico digital Financial Times, Heinz pretende con esta iniciativa hacer frente a las marcas de distribución o marcas blancas y no ser tan dependiente de las cadenas de supermercados del país como Asda o Tesco entre otras, fuente del 70% de sus ventas. La compañía también pretende realizar una fuerte apuesta publicitaria con una campaña en la que va a promocionar todos sus productos a la vez. Es difícil saber si en nuestro país este tipo de iniciativas tendrían efecto.
Recordamos una ferretería localizada en un pueblo catalán que ofrecían huevos, los vendían todos e incluso los consumidores se los encargaban, parecía que vendían más huevos que tornillos, la nota disonante era clave para que los consumidores se fijaran en el producto.
Vía | Marketing News
Foto | K is for Kristina