Ven a cenar conmigo se estrenó ayer tal y como se anunciaba, una emisión de media hora que por el momento, no nos deja margen para reafirmarnos en cómo se desarrollará este concurso. De momento hemos recibido las experiencias de dos concursantes a través de los comentarios, la de Pepe, cuyo programa veremos en las próximas semanas y la de Pablo, quien ayer nos demostró que era el que más animaba la reunión.
Ven a cenar conmigo, se mostró en su primera emisión algo apagado, suponemos que esto sí cambiará a medida que el programa vaya avanzando, pero dudamos que lo poquísimo que se vio ayer de cocina cambie e instruya sobre el mundo culinario. No es lo que busca Antena3.
El primer día de concurso, ha servido para que la primera anfitriona de Ven a cenar conmigo nos haga entrar a su página web en la que cuelga vídeos de cocina y además tiene una tienda online de utensilios de cocina, esto también da acceso a su tienda física ubicada en Madrid. Para los interesados, será un buen recurso y para ella, una buena vía de darse a conocer.
Sobre los platos que se prepararon, ya podemos opinar, personalmente pensamos que el menú no fue muy acertado, ni tampoco los paladares de algunos participantes estaban muy afinados, fue muy gracioso cuando un amable concursante alabó unos pimientos rellenos afirmando que se notaba la frescura del pescado y el marisco (esto sería por la impresión que le causó la enorme casa de la anfitriona), cuando momentos antes, mientras la primera concursante estaba en la cocina preparando el menú, dijo que ese era un plato muy económico y fácil de hacer porque utilizaba productos congelados, limpios y listos para ser usados.
El gazpacho de fresas era una crema espesa que no se podía beber, hecha con tomates, fresas, aceite de oliva (0’4º), sal y pimienta. Receta sencillísima, seguramente rica pero que incomodó a los comensales a la hora de degustarlo. La carrillera fue el plato que más gustó a todos los participantes, hasta al más exigente, un chico que se dedica a la seguridad y es un buen aficionado a la cocina. Es fácil intuir que cuando le toque hacer de anfitrión, podremos ver sus dotes de cocinero “molecular”.
Actualización: Ven a cenar conmigo ya tiene ganador