En Lo Mejor de la Gastronomía vimos estos estuches con uvas de Nochevieja, uvas de Vinalopó para espolvorear con escamas de oro de 22 quilates. El producto se promocionaba como una novedad que otorgaba lujo y glamour a las tradicionales Uvas de la suerte. La empresa responsable de la iniciativa es Uvasdoce y ofrece los estuches con doce uvas seleccionadas, de piel fina (característica de las uvas de Vinalopó), sin semillas y con una cajita con 20 gramos de escamas de oro que se espolvorearán sobre las uvas.
La empresa preparó hasta 10.000 estuches de uvas de Vinalopó con oro, una presentación exclusiva con la que pretenden que gran parte de los españoles celebren la salida (o la entrada) del año. ‘Doce uvas, doce deseos’, pretenden comercializar el producto como si realmente el hecho de comer las uvas con oro pudiera otorgar más suerte para el nuevo año. El argumento para utilizar el oro es la connotación vanguardista y el símbolo de poder, éxito y realeza al que está asociado.
Las uvas de Vinalopó con oro parece que han logrado captar la atención de los consumidores a pesar de que el precio de cada cajita ronda los 12 euros, por ese precio podemos comprar unos cuantos racimos de uva fresca. Evidentemente todo es cuestión de gustos y de poder adquisitivo. Se calcula que en nuestro país se consumirán unos dos millones de kilos de uvas de mesa con Denominación de Origen Uva Embolsada del Vinalopó, uvas de las que ya hablamos en el post Uvas de Nochevieja.
Según el origen de la tradición, en 1909 se reservaron por primera vez las uvas de mesa destinadas a la celebración de fin de año, por tanto, se podría decir que este año se cumple el centenario de la tradición en España. Según la publicación digital La Verdad, nuevos descubrimientos han desvelado que en Francia ya se disfrutaba de las uvas de la suerte con anterioridad y así lo delataba un artículo del periódico Español El Imparcial, fundado en 1867 por Eduardo Gasset y Artime (político y periodista español) y desaparecido en 1933.
En la publicación del 29 de diciembre de 1898 se referenciaba la costumbre y sus inicios, al parecer, la costumbre fue copiada de la burguesía francesa que tras un copioso banquete disfrutaban del champán y de unas uvas para celebrar la entrada del año. Los españoles de entonces se burlaban de las familias pudientes españolas que celebraban el comienzo de año de este modo, de hecho, un bando de 1883 prohibía la burla a esta nueva costumbre. El caso es que poco a poco la población aceptó la nueva tradición creyendo la asociación entre fortuna y buena suerte con el hecho de tomar las 12 uvas en la última noche del año.
Anteriormente se creía que la tradición surgió del excedente de producción de uva y de la idea para darle salida, convencer a la población de terminar el año comiendo doce uvas, una por cada campanada para traer la suerte. Si lo que indica la publicación El Imparcial es cierto, parece evidente que la idea fue copiada y puesta en marcha aprovechando que la burguesía española secundó la costumbre francesa.
Volviendo al tema de las uvas de Vinalopó con oro, parece que la crisis no ha afectado al sector y que ideas como la que ofrece la empresa Uvasdoce han logrado triunfar, para contrastarlo, hemos contactado con algunos comercios y así nos lo han afirmado. ¿Eres de los que va a celebrar fin de año con doce uvas y oro?