Aunque hay utensilios de cocina que se han diseñado para evitar las salpicaduras de aceite o grasa que provocan ciertos alimentos al freírse, como la panceta, los huevos, las croquetas… no siempre se tiene o interesa comprarlo, se prefiere limpiar posteriormente la encimera y soportar las gotitas que salpican a nuestras manos.
Pero hay otra forma de evitar las salpicaduras sin necesidad de comprar un nuevo utensilio, y es el que os indicamos en el título, utilizar un colador como tapa antisalpicaduras. Seguramente a muchos de vosotros ya se os había ocurrido al ver o conocer el concepto de una tapa antisalpicaduras.
Estas tapas deben permitir la salida del vapor, pueden ser planas o abovedadas como esta, también las hay plegables… pueden ser muy prácticas, pero representa un gasto para un utensilio que en algunos casos no se va a utilizar mucho, y además va a ocupar un sitio en el armario o cajón de la cocina que tal vez no se tiene.
En el caso de preocuparse más por las salpicaduras en la encimera que por las que llegan a las manos del cocinero, quizá es más interesante la pantalla antisalpicaduras que os enseñamos aquí, pero también hay que comprarla. Lo que seguramente todos tenéis en la cocina es un colador grande y éste reúne las características de las tapas antisalpicaduras.
Claro, debe ser un colador clásico de un tamaño similar al de la sartén, no hace falta que sea igual de grande. Como podéis ver en la foto, aunque no es muy buena, simplemente hay que poner el colador cubriendo los alimentos que se están friendo para que frene las salpicaduras. La idea es colocarlo de forma que el mango del colador coincida con el mango de la sartén. Esto puede resultar incluso útil para practicar la técnica del salteado como lo hace un chef sin que los alimentos se salgan de la sartén.
En fin, es un truco sencillo pero quizá a los principiantes que les asustan las salpicaduras o a quienes no les gusta tener que la encimera se llene de grasa, os resulte interesante.
Foto | Matthew Bellemare
Foto 2 | Martha Stewart