Usos para tarros de cristal: Cómo reutilizar los tarros en la cocina

Por practicidad, por versatilidad y por gusto, cuando un tarro de cristal que ya ha sido utilizado, pero tiene características que nos interesan como su tamaño, su forma o diseño, etc., lo guardamos, siempre le vamos a encontrar otra utilidad. Suponemos que como muchos de vosotros, en la despensa tenemos un espacio para los botes vacíos, en su mayoría de tamaño medio, pero también algunos muy grandes y otros tan pequeños como los de las mermeladas de buffet, son muy prácticos, más de lo que en ocasiones podemos pensar, por eso será interesante reunir algunos usos para tarros de cristal.

Hemos encontrado aquí un nido de ideas para reciclar tarros de cristal, quince usos diferentes que principalmente tienen relación con la cocina, a estas ideas para volver a dar uso a los tarros de cristal, hemos añadido algunas nuestras y esperamos que se sumen algunas más.

Contadnos para qué utilizáis vosotros estos recipientes que pueden tener una larga vida útil, pero hay que tener en cuenta que según el uso que se les dé, conviene renovar los tarros de vez en cuando, sobre todo por las tapas.

Hacer vinagretas y salsas: Debe ser un tarro con tapa hermética, es muy práctico para emulsionar los ingredientes, se introducen en el tarro, se cierra y se agita enérgicamente. Si sobra, se puede guardar en el mismo frasco.

Hacer encurtidos o marinadas: Para aportar sabores y aromas a ingredientes con vinagres, hierbas aromáticas, especias… por ejemplo, queso con tomate seco, albahaca y pimienta.

Mezclar bebidas: Utilizar un tarro de cristal con tapa hermética como si fuera una coctelera.

Hacer crema batida: Os lo explicamos recientemente en el post Hacer crema batida en un tarro de cristal.

Hacer mantequilla: Es el mismo procedimiento que el anterior, pero hay que agitar más tiempo para separar la parte líquida de los sólidos de la nata.

Batir huevos: Una alternativa al plato y al tenedor que en alguna ocasión puede ser práctica.

Rebozar: Es más habitual hacerlo en bolsas con cierre, pero en algunos casos también puede ir bien un tarro, se introducen los ingredientes del rebozado junto a los alimentos que se quieren rebozar, se agita y listo.

Usar como un tupper o fiambrera: Para transportar alimentos, salsas o bebidas.

Conservar mermelada en el frigorífico: Cuando se hacen pequeñas cantidades de mermelada, compota o alguna otra salsa dulce y se va a consumir en poco tiempo.

Guardar cremas, mousses, cuajadas: Cuando se preparan postres de este tipo y se van a conservar en el frigorífico algunas horas, utilizando un tarro de cristal además lo podremos cerrar bien, mejor que cubrir un cuenco con film transparente o papel de aluminio. Ideal si tienes una colección de pequeños tarros decorativos.

Preparar bases de recetas: Es como hacer una mise en place, por ejemplo poner todos los ingredientes sólidos de una receta de bizcocho, y anotar en la etiqueta los ingredientes líquidos que habrá que añadir cuando llegue el momento de hacerlo. Se pueden preparar varios tarros, así la próxima vez que vayas a hacer un bizcocho no tienes que volver a pesar los ingredientes.

Guardar sobras: Para ello, el uso de tarros de cristal es tan funcional como el de las fiambreras, en ocasiones no se dispone de una fiambrera con la medida apropiada, no hace falta comprar más si tenemos el tarro adecuado.

Guardar semillas, cereales, frutos secos: Los tarros bien cerrados mantienen los alimentos aislados de la humedad.

Servir bebidas frías: Unos tarros de cristal que sean atractivos por el tallado o decoración, nos permiten conservar bebidas o batidos en el frigorífico y servirlos en los mismos, otra de las ventajas es que la bebida se mantiene más tiempo fría porque el recipiente también ha adquirido la temperatura.

Hornear bizcochos individuales: Está ‘de moda’, pero nosotros de momento no hemos tenido la curiosidad o necesidad de probarlo.

Compartir tus elaboraciones: Si tienes amigos o vecinos que disfrutan probando tus elaboraciones culinarias, puedes llevárselas en una ración en un tarro de cristal.

Conservar hierbas aromáticas: Las hierbas aromáticas que recoges silvestres, puedes secarlas y conservarlas en un tarro de cristal.

Hacer masa madre: Hacer y conservar masa madre natural para nuestros panes.

Colocar cucharas y otros cubiertos: Un tarro grande y bonito, será un buen contenedor para los cubiertos que utilizamos habitualmente para cocinar.

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