En el año 2017 se puso en marcha en Francia el etiquetado de origen en la carne procesada y los productos lácteos, se trataba de una medida que, en principio, estaría vigente durante dos años, aunque después se ha estado renovando por decretos. La medida no fue bien vista por algunas grandes compañías del sector lácteo, considerando que se trataba de una medida proteccionista que podría provocar la fragmentación del mercado único, otros la apoyaban considerando que era un modo de informar con transparencia a los consumidores, claro, que para muchos era una forma de apelar al patriotismo para que se consumiera producto francés.
Pues bien, con el inicio de esta medida también se puso en marcha un litigio por parte de la compañía francesa Lactalis para intentar evitar que se introdujera el nuevo etiquetado, con la excusa de que era una medida contraria a las regulaciones comunitarias relativas a la información que se facilita a los consumidores sobre los productos alimenticios. Ahora, un tribunal francés avala la reclamación del gigante lácteo y sentencia que ya no es obligatorio el etiquetado de origen de la leche y los productos lácteos, argumentando que es una medida que contradice la esencia del “proyecto europeo” o mercado único.
La sentencia va en consonancia con otra sentencia anterior del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJCE) en la que se determina que el etiquetado francés de origen para la leche y los productos lácteos contradice la esencia del proyecto europeo y, además, asegura que este etiquetado daba paso a instintos nacionalistas e incluso chovinistas (lo propio de un país o una región al que uno pertenece, es mejor o superior en cualquier aspecto que se considere).
La Asociación Europea de Productos Lácteos (European Dairy Association (EDA)) muestra su satisfacción con la resolución, considerando que este etiquetado de origen ha sido un problema, una medida que va en contra la Unión Europea que ha tardado demasiado en resolverse. Esta asociación comenta que, aunque tarde, se ha hecho justicia y apostilla que se trata de un claro mensaje a la Comisión Europea y los legisladores nacionales para que frenen cualquier iniciativa que vaya en contra del mercado único haciendo referencia en especial al etiquetado de origen de la leche y los productos lácteos.
Con dos resoluciones en la mano, la industria láctea europea tiene la esperanza de que la CE, como responsable de supervisar todo lo relacionado con el mercado único, lleve a cabo una lucha por mantener el principio del mercado único, es decir, que se lleven a cabo las acciones oportunas para que se deje de indicar el origen de la leche y los productos lácteos en otros países, como España o Portugal entre.
EDA aprovecha para lanzar un discurso con el que seguramente muchos consumidores no estarán de acuerdo, argumenta que el éxito del sector lácteo europeo se basa en el proyecto europeo y en sus principios, especialmente el mercado único. Pero lo cierto es que con esta medida los consumidores no van a poder saber con certeza de dónde procede la leche que se comercializa en los supermercados, y elegir si prefieren tomar leche producida en el país o si no les importa dónde se ha producido. Con la excusa del mercado único, se veta el derecho de los consumidores a saber de los alimentos que consumen, y se puede tomar como una excusa para que las compañías lácteas manejen como quieran el mercado, pudiendo llevar a cabo mezclas y otras “adulteraciones” impunemente.
En fin, seguro que no tardaremos en conocer la respuesta de algunas empresas que sí avalan la medida, así como algunas asociaciones de consumidores que han luchado para que haya más transparencia en el etiquetado de la leche y los productos lácteos. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este comunicado (Pdf) de la Asociación Europea de Productos Lácteos.
Foto | Yaniv Ben-Arie