Como cada año, se ha llevado a cabo en Japón la subasta de racimos de uva Ruby Roman, una variedad de uva que empezó a producirse hace 18 años, pero que no empezó a comercializarse hasta el año 2007. Se trata de una variedad que se caracteriza por su alto contenido en azúcar, baja acidez y grandes granos, y se comercializa bajo la distinción de uva de primerísima calidad.
En el Mercado Central del Mayorista de Kanazawa de la isla de Honshu, se ha subastado un racimo de uva Ruby Roman por casi 10.000 euros (1’2 millones yenes), superando el récord alcanzado en 2016, que era de 1’1 millones de yenes, es el precio más alto que se ha pagado por la uva en los 12 años de subastas. El comprador ha sido Takashi Hosokawa, gerente de la cadena de hoteles de aguas termales Hyakurakuso, que ha comentado que compartirá las uvas con sus clientes, aunque los 24 granos que contiene el racimo darán para poco.
El comprador comenta que ofreció 1’2 millones de yenes por los 24 granos de uva con el propósito de conmemorar los 12 años de subasta, pero también para celebrar la nueva era del país que empezó el pasado mes de mayo con la coronación del Emperador Naruhito. Lo cierto es que, al margen de las subastas, en Japón la fruta tiene un elevado precio, se considera un producto de lujo asociado a la cultura de ofrecer regalos especiales, en este caso a los clientes de la cadena de hoteles. Estos regalos se realizan como muestra de agradecimiento y con el propósito de construir nuevas relaciones comerciales, aunque también se ofrecen como muestra de cortesía, pero para estos casos, la fruta es más económica que las uvas Ruby Roman.
Merece la pena recordar que para poder comercializar las uvas Ruby Roman como de primerísima calidad, deben cumplir una serie de requisitos muy estrictos, los racimos deben tener un mínimo de número de granos y cada grano debe reunir unas condiciones concretas en cuanto a tamaño, perfección de la piel, contenido en azúcar, un peso mínimo de 20 gramos, etc. Se trata de características que supervisan un grupo de expertos antes de proceder a la subasta y cuyo veredicto determina y certifica la calidad del racimo.
Sobre la certificación, hay que decir que suele ser muy limitada, sólo unos pocos racimos la obtienen cada año y en alguna ocasión, no se ha llegado a certificar ninguno. La Ruby Roman es la variedad de uva más cara del mundo, pero a pesar de ello, cada año se comercializa toda la producción, obviamente la mayoría de racimos no son de categoría superior pero, aún así, se comercializa a precios prohibitivos en comparación con cualquier otra variedad de uva del mundo.
Lo mismo ocurre con el inicio de la temporada de otras frutas, la primera cosecha se subasta y se llegan a pagar precios muy elevados, se puede citar como ejemplo la Sandía Densuke o el melón Yubari. Tambien ocurre algo similar con otros alimentos, como el atún rojo, recordemos que a principios de año se pagaron 2’7 millones de euros por un atún rojo en la tradicional subasta de Año Nuevo.
Volviendo a la fruta, si queréis ampliar la información de por qué es tan cara la fruta en Japón, os recomendamos leer este post. Según leemos aquí, este año los productores tenían una gran preocupación por la cosecha debido al mal tiempo, pero cuando empezaron a subir las temperaturas a finales del mes pasado, respiraron tranquilos, lógico, teniendo en cuenta el rendimiento económico que le sacan a la uva. Ahora se espera que unos 26.000 racimos de uva Ruby Roman se envíen a los mercados sin problemas a finales de septiembre.
Si queréis conocer más detalles de la variedad de uva Ruby Roman, dónde y cómo se cultiva, la estricta reglamentación a la que la variedad está sometida y otras curiosidades, os recomendamos acceder a su página oficial.