Según los resultados de un estudio desarrollado por un grupo de investigación internacional, la pérdida de diversidad de los cultivos agrícolas es enorme, se trata de un grave problema teniendo en cuenta que la diversidad de los cultivos es de vital importancia para la agricultura y la alimentación de los seres humanos. Los expertos apuntan que esta diversidad es lo que facilita que los cultivos se mantengan productivos ante enfermedades y plagas, favorece la resiliencia en condiciones climáticas extremas y contribuye en la adaptabilidad a los cambios medioambientales y el cambio climático, además, es una forma de luchar contra el hambre.
Lo cierto es que se trata de un tema del que hemos hablado en otras ocasiones, se pueden citar como ejemplo las palabras de Atle Bones, un investigador y profesor noruego de Biología en la NTNU, que advertía que era peligroso que la humanidad dependiera de unos pocos alimentos, o dar un vistazo a esta infografía de la FAO, donde se explica que aunque existen unas 30.000 especies de plantas comestibles, sólo 7.000 son cultivadas y recolectadas para la alimentación humana, pero muchos de estos cultivos son cultivos “marginados e infrautilizados”, “secundarios” o “huérfanos”. De hecho, sólo 30 cultivos son los que verdaderamente alimentan al mundo y de ellos, cinco son responsables del 60% de la ingesta energética.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), desde el año 1900 se ha perdido un 75% de la diversidad genética de plantas en la agricultura. Por poner un ejemplo, cita que en Tailandia, de las 16.000 variedades de arroz que alguna vez se cultivaron, ahora sólo quedan 37, lo que nos da una idea muy clara del alcance de la pérdida de la diversidad alimentaria. Sólo sobreviven las variedades que son comercialmente viables, se han mejorado algunas características de los actuales cultivos, pero irremediablemente han provocado la desaparición de otros que, según algunos expertos, pueden ser de gran interés para garantizar el futuro de la seguridad alimentaria.
La recolección repetida de los mismos cultivos en las mismas superficies de tierra termina por agotar los nutrientes del suelo, lo que obliga al uso de fertilizantes y otros productos fitosanitarios que dañan el medio ambiente. Esto se sabe desde hace tiempo, pero quedaban preguntas sin contestar en relación a la magnitud, las causas y la importancia que tiene esta pérdida de recursos genéticos. El equipo de investigación se propuso como meta responder estas preguntas, su trabajo se considera la revisión más grande jamás realizada sobre la evidencia de los cambios en la diversidad de cultivos a lo largo del tiempo y en todo el mundo.
El estudio se ha desarrollado a lo largo de 18 meses, los expertos examinaron cientos de textos publicados en los últimos 80 años en relación a la reducción de variedades alimentarias, a fin de evaluar la pérdida de diversidad de cultivos. Los resultados muestran que el 95% de todos los estudios advertían de los cambios en la diversidad genética, y casi un 80% mostraba evidencias de pérdidas de la diversidad. La combinación de los cambios económicos, tecnológicos, políticos y climáticos de los últimos 100 años son la razón de la desaparición de la diversidad genética que, según los investigadores, es importante para la agricultura.
Lo cierto es que esta disminución se puede apreciar tanto en los campos cultivados como en los hábitats silvestres y, según el estudio, la diversidad de cultivos restantes a nivel mundial que son “marginados e infrautilizados”, “secundarios” o “huérfanos”, siguen enfrentándose a la amenaza de desaparecer. El panorama a nivel mundial de la diversidad agrícola tradicional es el de sufrir una enorme pérdida durante un período relativamente corto de tiempo, una pena para lo que ha sido alimento para muchas culturas en los últimos 10.000 años.
Se considera que hay esperanza y que es la oportunidad de rediversificar, recordemos que la FAO publicó un informe titulado Animal Genetic Resources for Food and Agriculture, en el que se destaca la importancia de preservar la diversidad genética del ganado en el mundo con el propósito de mejorar y garantizar la seguridad alimentaria. En dicho informe se apostaba por recuperar muchas razas de animales que están en riesgo de extinción por no resultar interesantes para la industria alimentaria en términos de producción y rentabilidad económica. Lo mismo ocurre con los alimentos vegetales, en este sentido, la FAO y otras organizaciones trabajan para recuperar cultivos olvidados, lamentablemente no lo hace en todo el mundo.
El estudio ha analizado el cambio en la diversidad de variedades de cultivos tradicionales producidos en granjas, en iniciativas agrícolas, los cambios en parientes silvestres de algunos cultivos en sus hábitats naturales, así como los recursos genéticos de cultivos que se han mantenido en depósitos de conservación fuera de sus hábitats naturales. Los expertos comentan que la buena noticia es que, a pesar de la evidencia de una enorme pérdida de diversidad en las últimas décadas, se observa un mantenimiento significativo de la diversidad en algunos contextos, e incluso se aprecia un incremento en casos específicos, esto guarda relación con todo el trabajo que se lleva a cabo para recuperar cultivos y otorgarles el valor que tienen y merecen.
El estudio es extenso e interesante, muestra el actual panorama de la diversidad genética alimentaria y cómo se puede mejorar, evitar la erosión genética debe ser una tarea prioritaria si se persigue la sostenibilidad, garantizar la seguridad alimentaria, etc. A través de este artículo publicado en el blog de CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical) podréis conocer de forma resumida el trabajo de investigación, para leerlo al completo podéis acceder a este artículo de la revista científica New Phytologist.