Agir pour l’Environment es una organización de consumidores de Francia que trabaja y ejerce presión sobre el poder político y los que toman decisiones de carácter económico, para preservar la biodiversidad, prohibir insecticidas que son peligrosos para los insectos polinizadores, evitar la ingesta de nanopartículas de materiales que no son beneficiosos para la salud y que están presentes en algunos alimentos, apoyar la agricultura ecológica, y así un amplio abanico de temas que benefician al medio ambiente y los seres humanos.
Hoy nos hacemos eco de un estudio realizado por la citada organización de consumidores, en el que se concluye que un 78% de las aguas embotelladas analizadas en Francia, están contaminadas con microplásticos. Lo cierto es que no es algo que nos pueda sorprender, recordemos que ya en el año 2018 una investigación realizada por la organización Orb Media y la Universidad Estatal de Nueva York en Fredonia, ponía de manifiesto que hasta el 93% del agua embotellada del mundo estaba contaminada con microplásticos y nanoplásticos.
A diferencia de las denuncias realizadas años anteriores sobre la presencia de microplásticos en el agua embotellada, el problema adquiere especial relevancia debido a los posibles problemas de salud que las partículas plásticas pueden causar. La razón son los diferentes estudios realizados que apuntan riesgos muy serios, se puede citar el trabajo del Centro Médico de la Universidad de Utrecht, en el que se concluye que las células inmunes que fagocitan microplásticos de un tamaño de 10 micras, mueren poco después de entrar en contacto con estos materiales.
Otros estudios como el realizado por expertos de la Universidad Estatal de Florida (Estados Unidos) concluían que microplásticos y nanoplásticos afectaban a las células pulmonares humanas, alterando su estructura y desacelerando su metabolismo. De hecho, según una investigación de la Universidad Estatal de Arizona, los microplásticos están presentes en órganos y tejidos humanos, y por tanto, ante la aparición de nuevas evidencias científicas, es lógico que aumente la preocupación de investigadores, asociaciones de consumidores, etc.
La organización analizó nueve de las aguas embotelladas más comercializadas en el país galo: Badoit, Carrefour, Cristaline, Evian (50 cl y un litro), Perrier, Vittel (33 cl y un litro) y Volvic. De ellas, siete contienen microplásticos, identificándose entre 1 y 121 macropartículas de plástico por litro, la organización explica que se han identificado cuatro tipos de partículas plásticas y, dada la naturaleza del material, parece que estas partículas proceden de la propia botella, del proceso de embotellado y del tapón, ya que los materiales son sometidos a calor intenso y luz, lo que podría liberar mayor cantidad de microplásticos y nanoplásticos. Pero esto es algo que se debería probar, además, sería interesante realizar el análisis del agua antes de su embotellado, ya que arrojaría más luz sobre la procedencia real y los porcentajes de las partículas plásticas.
Agir pour l’Environment explica que cada semana se ingiere una media de 5 gramos de plástico a través de todas las posibles fuentes de plástico, agua, alimentos como el pescado y el marisco, sal, etc., y denuncia que esta situación es inaceptable, no se puede permitir que las empresas de agua embotellada comercialicen agua contaminada con microplásticos y nanoplásticos, y que según la publicidad, es pura y tiene un precio hasta 300 veces más elevado que el agua del grifo.
Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página de la organización de consumidores.