La última receta que hemos compartido con vosotros ha sido una ensalada de salmón y alga wakame, y gracias a este sencillo entrante vamos a poder sacar otro delicioso plato con sabor a mar, pues vamos a utilizar el agua de rehidratar las algas para cocinar. Con esta agua podemos aportar sabor a cantidad de guisos e incluso hacer salsas y vinagretas, así que nos ha parecido interesante comentároslo, pues desperdiciar este líquido es una pena.
Hacemos igual que con las setas deshidratadas, al ponerlas en remojo para volver a hidratarlas después las escurrimos reservamos el agua para cocinar. Esta agua ha adquirido el sabor de las setas, o de las algas, y nos da pie a la creación de otro plato. Podemos poneros muchos ejemplos en el caso del agua de las setas, como cuscús, y pronto será el momento de empezar a poneros ejemplos de recetas que se pueden hacer con el agua del remojo de las algas.
Veréis que se pueden hacer deliciosos arroces, o enriquecer platos tradiconales como un marmitako con un sabor marino más pronunciado, también se pueden hacer un guiso de garbanzos con algas y pescado, un cuscús marinero, unos ñoquis con pescado o marisco, una fideuà, y entre muchas otras cosas, una gelatina fluida o una vinagreta para aderezar una ensalada.
Obtener el agua de algas es muy sencillo, simplemente hay que poner las algas deshidratadas en un recipiente amplio (bastante más grande en proporción al contenido) y añadir agua, tiene que ser una cantidad de agua abundante porque las algas al recuperar el agua aumentan mucho de tamaño.
Claro, según la cantidad de agua que se ponga en proporción a las algas, el sabor que quedará en el líquido será más o menos intenso. No tenemos calculada una proporción concreta para cada tipo de alga, normalmente lo hacemos a ojo, así que tendréis que hacer lo mismo y hacer vuestras pruebas para que el agua aporte el sabor que queráis.
Así que ya lo sabéis, un pequeño truco de cocina para aportar el sabor del mar a un plato es guardar el agua de rehidratar las algas para cocinar con ella. El toque que le deis a vuestro guiso será único y encantará a vuestros comensales.