La galera es un crustáceo que se da en la zona del Mediterráneo, como os hemos comentado en otras ocasiones, por ejemplo en el post sobre la galera. Este crustáceo se ha utilizado principalmente para hacer caldos, pues resulta muy sabroso pero no es fácil (o no ha sido fácil) extraer su carne para darle protagonismo en los platos, la poca proteína que tiene hace que mengüe con el cocinado, se adhiere a la cáscara y es imposible tratarla.
También es cierto que hoy en día la galera está ganando muchos adeptos, siendo objeto de estudio científico-culinario y de grandes platos como el que os mostramos en este menú degustación de la galera. Como seguramente muchos de vosotros también querréis elaborar ricos y suculentos platos con galera, de ello trata el truco de cocina de hoy, de pelar galeras.
Veréis que es mucho más fácil de lo que parece gracias a los trucos de cocina, retirar el punzante caparazón de este crustáceo resulta muy sencillo si antes introducimos las galeras en el congelador. Efectivamente, el truco de cocina para pelar galeras es congelarlas, no es necesario que se congelen en su totalidad, pero es la única forma que hemos encontrado para sacar la carne de la galera entera, como podéis ver en la imagen superior.
Una vez que las galeras están tersas por la congelación, es decir, que al cogerlas se mantengan erguidas, es muy fácil pelarlas, empieza cortando la cabeza y la cola, seguidamente corta los laterales punzantes, rompiendo la unión del caparazón superior e inferior. El último paso es retirar el caparazón inferior con cuidado y finalmente el superior, que se despegará fácilmente quedando libre el cuerpo de la galera, listo para ser preparado al gusto.
Por un lado tendremos las carcasas de las galeras para hacer un buen caldo, y por el otro dispondremos de la carne de la galera que habrá que cocinar con mucho mimo, pues necesita muy poca cocción para ofrecer una carne jugosa que nos profiera el sabor del mar.