Además de las doce recetas con castañas que recuperamos hace unos días, aprovechamos la temporada del fruto del castaño para incluirlo en algunos guisos, hoy prepararemos el estofado de Guinness y vamos a incluir unas castañas gallegas que compramos ayer. Pero previamente hay que prepararlas, y aunque posiblemente ya sabéis cómo pelar castañas fácilmente, nunca está de más dejar constancia de ello con el truco de cocina de hoy.
Como con la mayoría de alimentos que queremos pelar fácilmente, tomates, frutos secos, chalotas… el recurso más utilizado para pelar castañas suele ser el escaldado, basta con introducirlas unos minutos en agua hirviendo, cortar la cocción con agua fría y pelar. Pero hay otro truco de cocina que nos resulta más efectivo.
Según el destino culinario que vayan a tener las castañas es muy importante controlar el escaldado de las castañas para que no sea excesivo, con el escaldado es muy fácil que la superficie de la castaña se vea ligeramente cocida. Aunque seguramente ya conocéis la técnica del escaldado, os lo explicamos por si es necesario repasarlo, el procedimiento es bien simple, poner una olla con abundante agua al fuego, llevarla a ebullición y en el momento en que el agua rompe a hervir, introducir las castañas. Hay quien hace una pequeña incisión en la cáscara, lo que facilita esa pre-cocción mencionada. Si las castañas son de tamaño medio será suficiente con dejarlas uno o dos minutos.
Cumplido este tiempo, escurrir las castañas y enfriarlas bajo el chorro de agua fría para cortar la cocción. Ya podéis empezar a pelar las castañas, con la hoja del cuchillo se va levantando la piel, tanto la externa como la interna. La fina piel que queda entre las grietas de la castaña se separará fácilmente abriéndola ligeramente.
Aunque procuremos tener mucho cuidado al escaldar las castañas, es fácil que nos encontremos que la superficie del fruto ha cambiado de color por la exposición al calor, y se pelan bien, pero como os comentábamos, hay otro truco de cocina para pelar castañas que nos parece más rápido, más limpio y más efectivo, y es usando el microondas.
Es tan sencillo como hacer un par de incisiones en la piel externa de las castañas y ponerlas, en pequeñas cantidades, en el microondas a máxima potencia unos 15 segundos o a media potencia unos 20 segundos. Hay que tener cuidado al cogerlas porque están calientes, así que para pelarlas rápidamente puedes cogerlas con un trapo, en dos movimientos podrás retirar las dos pieles de la castaña dejándola totalmente limpia y entera.
Así las castañas no están cocidas, podemos incluirlas en distintas elaboraciones dándoles el tipo de cocción que deseemos. Como decíamos, conviene poner pocas castañas cada vez, así que mientras vamos pelando las primeras castañas se van poniendo las siguientes en el microondas.