Los espárragos están de temporada, y nos parece un buen momento para conocer algunos trucos de cocina para conservarlos frescos hasta el momento de su consumo. Cabe destacar en primer lugar que estos tallos o yemas de la esparraguera conviene consumirlos cuanto antes, pues una vez recolectados empiezan a perder su ternura, pierden dulzor y desarrollan esa cubierta fibrosa que no resulta nada agradable, que inevitablemente se debe desechar.
Si recolectamos nosotros los espárragos trigueros, conoceremos lo frescos que son y seguramente formarán parte de nuestra receta ese mismo día. Pero no hay duda que lo habitual en la mayoría de hogares es comprarlos, así que debemos seleccionar los que encontremos más frescos valorando su aspecto, con el tallo firme, uniformidad en el color y las yemas compactas, bien cerradas y sin espigar, tersos, que apenas cedan a una ligera presión con los dedos. Personalmente nos gustan tanto los espárragos finos como los gruesos, pero éstos últimos ofrecerán más textura, tienen más carne en proporción a la piel que al perder frescura se hace fibrosa.
Una vez en la cocina, hasta el momento de su consumo debemos conservar los espárragos en el frigorífico, en primer lugar hay que despojarlos de envoltorios y gomas elásticas o cuerdas. Entonces se pueden lavar y revisar que no tengan alguna parte tocada para retirarla, según como tenga la base, se puede cortar parcialmente, pero no todo lo fibroso.
Teniendo los espárragos limpios, se pueden envolver en un paño o papel de cocina humedecido e introducirlo a continuación en una bolsa de conservación, esto evitará que pierdan humedad, pero hay que procurar que no esté en contacto directo con el plástico que podría conservar los espárragos empapados en lugar de húmedos.
Otra posibilidad para conservar los espárragos frescos es poniéndolos de pie en un tarro o vaso con un poco de agua, simplemente para que cubra la base de los tallos, y del mismo modo, cubrir las yemas con una bolsa de plástico que conserve la humedad, y la bolsa abombada para que no las empape.
Con estos trucos de conservación de los espárragos en el frigorífico, pueden permanecer en buen estado varios días, no se puede concretar porque según la frescura al comprarlos, el grosor, el estado del frigorífico, etc., puede variar. Aunque mantengamos los espárragos en las mejores condiciones en nuestra cocina, lo mejor sigue siendo consumirlos lo más frescos posibles, ideas o recetas de espárragos para disfrutarlos hay muchas, ¿nos proponéis alguna?