Adrian Smith es uno de los embajadores de Vivino en el Reino Unido, una comunidad online formada por aficionados y amantes del vino, en la que los miembros compran, califican y comentan los vinos que prueban. Esta comunidad formada por casi 7 millones de usuarios cuenta con una base de datos que ofrece información de más de tres millones de vinos. Pero no es de Vivino de lo que queremos hablar, sino de un simple truco que proporciona Adrian Smith y que será de interés para aquellos que quieran saber cuánto tiempo se puede envejecer un vino.
Según explica el experto, este simple truco es un buen indicador para saber cuánto tiempo mantendrá el vino su magia, tan sólo será necesario contar con alguna botella extra del vino que queremos guardar y abrir en una ocasión especial, un papel, un bolígrafo y la nevera. Generalmente los amantes del vino, cuando encuentran uno que les gusta mucho, suelen comprar más de una botella, por lo que no resultará complicado poner en marcha el peculiar experimento.
Para empezar, abrimos la botella y consumimos un poco menos de la mitad, realizando la cata y tomando nota de los aromas y sabores que se aprecian en cada paso. Una vez realizada esta operación, volvemos a poner el tapón en la botella y la guardamos en la nevera. Al día siguiente volvemos a hacer lo mismo, tomamos otra pequeña cantidad de vino para tomar nuevas notas, hay que procurar que la cata se realice cuando el vino esté a temperatura ambiente para poder apreciar sus cualidades.
Volveremos a realizar la misma operación el tercer día, es de suponer que la botella ya se habrá acabado. Las notas tomadas serán de gran ayuda, si en las tres ocasiones, el vino continúa abriéndose y desarrollando sabores y aromas agradables, indica que en botella envejecerá bien, según el experto, la regla es de dos a tres años por cada día que el vino muestra que se sigue abriendo y desarrollando en el paladar.
Si el vino se desarrolla bien tras un día en la nevera, pero a partir de ese día empieza a deteriorarse rápidamente y nos obliga a consumirlo con brevedad, indica que se podrá realizar la guarda de la botella por un periodo que no supere los dos años, ya que tras ese periodo es probable que no evolucione, se apague e incluso se convierta en el denominado vino muerto. Este sencillo truco proporciona una idea general sobre el potencial de envejecimiento de un vino, pero hay que tener en cuenta que es necesario seguir las recomendaciones de almacenamiento para que se mantenga el mayor tiempo posible, que se encuentre en un lugar fresco, que esté protegido de la luz y que se produzcan mínimas fluctuaciones de temperatura.
Un vino de guarda es aquel que cuenta con los requisitos adecuados para poder ser madurado lentamente en la botella, no todos los vinos son aptos para realizar una guarda, todo dependerá del tipo de vino y el tipo de botella. A día de hoy sigue presente un error bastante habitual, algunas personas creen que cualquier vino se puede guardar y que el paso del tiempo mejorará su condición, pero la realidad es que sólo se debe realizar la guarda con los vinos que son duros, jóvenes pero con grandes cualidades. Un crianza se podrá guardar unos cuatro años a partir de la añada, si se trata de un reserva el tiempo se amplía a ocho años y, en el caso de un vino gran reserva, se podrá guardar hasta 15 años.
Con este truco se evita la picaresca del marketing del vino que se suele dar en otros países, recordemos que en este post os hablábamos de cómo se utilizan términos enológicos sin sentido o sin ajustarse a la realidad, términos que hacen creer que se tiene en las manos un gran vino, como por ejemplo Grand Vin, Gold Medal Standard, Selección del enólogo, Reserva y Gran Reserva, etc. Os recomendamos dar un vistazo a la información que nos brinda Vivino sobre los vinos y especialmente los trucos y consejos que proporcionan sus embajadores, posiblemente sean de utilidad.