En nuestras recetas se puede comprobar que los frutos secos nos encantan, los incluimos muy a menudo en todo tipo de platos, sobre todo las nueces, las almendras y las avellanas. Además de ser un alimento que aporta una textura crujiente y un sabor característico, es muy nutritivo, por lo que es ideal para enriquecer las comidas con grasas saludables, entre otras cosas. Ahora bien, hay que incluirlos con moderación, ya que los frutos secos son muy energéticos.
Normalmente ya os lo decimos en las recetas, que se deben elegir bien los frutos secos que se compran, pues hay mucho de baja calidad, y ya no sólo eso, con un sabor muy deficiente. El tema es que, si hablamos de frutos secos con sellos de calidad diferenciadas, como Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP), según informa el Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), sólo hay tres, la DOP Avellana de Reus, la IGP Castaña de Galicia y la IGP Almendra de Mallorca.
La avellana es uno de nuestros frutos secos preferidos, y a veces podemos comprar la que procede de la Reus, con su cáscara y al natural. Después nos toca cascarlas y tostarlas para potenciar su sabor y quitar su fina piel. Es un proceso sencillo, pero siempre hay trucos que facilitan aún más las cosas, y hoy queremos compartir con vosotros un truco para quitar la piel de las avellanas tostadas que también os puede interesar. Por cierto, puede resultar también útil para las almendras, y dependiendo del tipo de rejilla que se utilice, se podrá hacer también con otros frutos secos, con los cacahuetes (recordad que es una leguminosa)… ahora veréis por qué.
Bajo estas líneas os dejamos un vídeo que apenas necesita explicación, por eso, aunque sea en inglés y no entendáis el idioma, el truco se va a coger igual. Pero, ¿en qué consiste? Pues veréis, simplemente hay que disponer de una rejilla de las que forman cuadrados, y que éstos sean pequeños, para que no se cuelen los frutos por los agujeros, sólo la piel.
Si habéis tostado avellanas sabréis que es muy fácil retirarles la piel, sobre todo si aún están calientes. Una de las formas habituales de pelar las avellanas recién tostadas es poniéndolas en un trapo, envolviéndolas y frotándolas con el trapo entre ellas, así se pelan fácilmente, pero se quedan mezcladas las avellanas con la piel. El truco en cuestión lo que permite es separar las avellanas de la fina piel, mirad el vídeo.
Justin Chapple propone tostar las avellanas en el horno colocando una bandeja y sobre ella la rejilla que después facilitará el cribado. Una vez tostadas las avellanas no será necesario manipularlas, es decir, cambiarlas de sitio. Sólo habrá que esperar a que se enfríen un poco para no quemarse, y entonces utilizar las manos para frotarlas contra la rejilla suavemente y con movimientos circulares. De este modo, la piel de las avellanas caerá a la bandeja, mientras que las avellanas se quedarán en la rejilla.
Además de ser un sistema efectivo para pelar las avellanas, es muy limpio, pues será muy fácil limpiar las pieles y recoger la cocina. ¿Qué os parece? Quizá tenéis algún otro consejo para tostar y pelar los frutos secos en casa, ¿queréis compartirlo?