El papel vegetal, papel sulfurizado o papel de horno, es de gran ayuda en la cocina, y es una mejor opción que otros materiales cuyo uso y consumo son más perjudiciales para el medio ambiente. Con el papel vegetal podemos cocinar en papillote, podemos cubrir la bandeja del horno para hacer galletas, pizza, pan…. de modo que estas preparaciones reposteras y panaderas no se queden pegadas.
También nos sirve para hacer cápsulas de magdalenas fácil y rápidamente, como os mostramos en este post, y nos permite cocinar alimentos delicados como el pescado en una sartén, así ni su piel ni su carne se queda pegada a ella. Su poder antiadherente es ideal para estirar masas pegajosas con el rodillo y es un buen material para improvisar una pequeña manga pastelera. En fin, si queréis conocer un poco más sobre estos usos del papel de horno, podéis verlos en este post.
Además, hoy os queremos enseñar otro posible uso del papel vegetal, de hecho, ya lo estáis viendo en las fotos. Este es un truco para hacer uso de la sandwichera y no tener que limpiarla, ya sabéis, dicen que no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia. Aunque también habrá quien considere que es un truco para vagos que no quieren limpiar después de cocinar.
En cualquier caso, una sandwichera no es un pequeño electrodoméstico muy agradable de limpiar, ni recién utilizada ni después de haber disfrutado de los sándwiches que se han cocinado en ella. En el primer caso porque quema, y en el segundo caso, porque lo que la ha ensuciado ya se ha quedado pegado, por muy antiadherente que sea, con el paso del tiempo… Lo peor son los pequeños recovecos que tienen las planchas de la sandwichera, pues muchas tienen formas particulares para cortar el pan de molde en triángulos, o para sellar los cuatro bordes del pan.
Pues, lo dicho, con las imágenes ya veis cuál es el truco para hacer un sándwich en la sandwichera y no ensuciarla ni con el queso fundido que se sale, ni con la grasa que deja si se unta el pan con mantequilla, ni con cualquier ingrediente con el que se haga el bocadillo, pues no siempre se hacen bikinis o mixtos (jamón y queso). Es tan sencillo como colocar papel de horno o papel vegetal entre el pan y las placas de la sandwichera, tanto en la parte inferior como en la parte superior.
Una vez que el sándwich se ha tostado y su interior se ha calentado, el papel vegetal se deshecha y la sandwichera está como nueva. Ahora bien, como el papel actúa como protector y es impermeable, quizá no queda un sándwich tan crujiente, queda más blandito, y personalmente, una de las cosas que más nos gustan de los bocadillos calientes es que el pan cruja. Así que nosotros, preferimos hacer los sándwiches calientes en una plancha o sartén y así no tenemos que limpiar la sandwichera. ¿Y cuál es vuestro truco?