Hay cosas en cocina que son muy fáciles de hacer pero que necesitan su tiempo, por ejemplo pochar la cebolla, basándonos en este ejemplo, si además queremos que esté un poco caramelizada, aún necesitamos algo de tiempo más. Bien lo merece, porque como base de sofritos y guisos ofrece un valor único, pero pueden haber ocasiones en las que necesitemos aligerar este proceso culinario y hay varios trucos para pochar y caramelizar la cebolla en menos tiempo.
Es posible que cada uno de vosotros tengáis algunas técnicas para acelerar el proceso de pochar cebolla, desde hacerlo a un fuego más elevado, con lo que se consigue que tome color más rápidamente pero que no quede tan tierna como haciéndola a fuego lento, a ponerla en el microondas con sal para que sude, retirarle el agua de vegetación y entonces sofreír, o el proceso similar de extraerle rápidamente el agua, pero utilizando bicarbonato.
Nosotros utilizamos otra técnica, que pensábamos que era más habitual hasta que nos hicieron saber que no, y la verdad es que es un buen truco, así que lo compartimos con vosotros. En lugar de retirar agua lo que hacemos es incorporarla, claro, que para eso hay que trabajar a fuego fuerte.
No importa que la cantidad de cebolla que se tiene que pochar sea mucha, para ello hay que elegir un recipiente de cocción apropiado, de un diámetro suficiente para que la cebolla picada (al gusto) quede bien extendida, que transmita bien el calor y de forma homogénea. Si queremos pochar y dorar una cebolla grande, normalmente podría estar más de media hora, con este truco el tiempo se puede reducir a diez o quince minutos.
Hay que decir que el resultado no es el mismo que haciéndolo lentamente, a fuego lento, como hemos explicado, es un recurso para las ocasiones en las que tenemos poco tiempo para cocinar. Así que probadlo y nos comentáis si os funciona.
Pon en una cazuela o sartén, preferiblemente de hierro fundido o de fondo grueso, un poco de aceite de oliva virgen extra, una vez preparadas las cebollas, peladas y picadas, pon la cazuela al fuego a temperatura alta. Incorpora entonces la cebolla y muévela bien para que se impregne con el aceite, deja que se dore, que el tostado se agarre en el fondo (si sólo se quiere una cebolla ablandada no hay que dejar que coja color), entonces añade un poco de agua, no tiene que cubrir la cebolla.
Continúa con la cocción, sin dejar de remover, deja que se evapore el agua y vuelva a ver el pardeamiento, añade de nuevo agua, desglasando el fondo. Repite la operación, hasta que la cebolla esté tierna. Puedes potenciar la caramelización añadiendo un poco de azúcar. Antes de retirar la cebolla, deja el fondo de la cazuela desglasado, pero que el agua se haya evaporado. Puedes salpimentar si lo deseas, la cebolla está lista para lo que requieras.
Hemos encontrado un vídeo en el que podéis ver este truco para pochar la cebolla en menos tiempo, las imágenes se complementarán con lo que os hemos explicado, salvando algunas diferencias, como el uso de mantequilla, salvo en algunas recetas, siempre utilizamos aceite de oliva virgen extra, pero se agradece una ilustración de la práctica ¿verdad?