El tema de los frostings para decorar cupcakes puede resultar complejo para quienes no tienen mucha mano con la repostería y con las recetas en las que hay que ser bastante precisos, además suelen ser preparaciones que tienen muchas grasas y azúcar, por eso hay diversas alternativas para hacer frostings para cupcakes y pasteles más saludables, por ejemplo, este de yogur o este de calabaza y chocolate.
Pero no vamos a continuar por este camino con el truco de cocina que os traemos hoy, ya sabéis que cuando descubrimos un recurso que puede resultar útil en un momento dado, nos gusta compartirlo con vosotros, así que vamos a hablar de frostings pero de cómo improvisar uno que apenas necesita preparación y que gustará a todos, consiste en hacer un frosting para cupcakes con helado.
Imaginaos, un delicioso pastelito cubierto con vuestro helado favorito, suena bien ¿verdad? Pero también es fácil adivinar que hay que tener en cuenta varias cosas para que este recurso para improvisar un frosting para cupcakes no se convierta en un desastre, pues el helado, si se derrite más de la cuenta, se convierte en líquido.
Bajo estas líneas podéis ver los consejos de Justin Chapple en su sección ‘Mad Genius Tip’ de la revista gastronómica Food & Wine, quien ha creado el cupcake con un glaseado verde cuya base es un helado de vainilla, pero también podría hacerse con helado de nata, de limón, de frutos secos… Como veréis en el vídeo, le añade colorante alimentario y extracto de menta para aportarle color y otra nota de sabor. Imaginad cuántas variantes se pueden hacer.
Aunque el vídeo es en inglés, con las imágenes se entiende a la perfección la idea de sustituir un frosting tradicional con un helado cremoso. Pero como comentábamos, conviene tener en cuenta varios factores para que tenga la textura ideal a la hora de comer los cupcakes, siendo imprescindible que estos pastelitos se coman justo en el momento en el que se terminan de preparar.
Para hacer un frosting con un helado, primero hay que ponerlo en un bol y ablandarlo con ayuda de una espátula, entonces se puede personalizar si se desea, como explica el autor del vídeo, o como a cada uno le guste, se pueden añadir colorantes, extractos de sabores, cacao en polvo, té matcha en polvo… seguro que os sobran ideas, y también hay que contemplar la posibilidad de no añadir nada si se quiere disfrutar del sabor del helado, sin más.
Una vez que se ha preparado el helado, se debe pasar una manga pastelera, con su correspondiente boquilla, y volver a introducirlo en el congelador un mínimo de 20 minutos o hasta un ratito antes de escudillarlo sobre un cupcake. Cabe destacar que será apropiado que los cupcakes también estén frescos para intentar retrasar lo máximo que se derrita el helado al contacto con el ambiente.
Tampoco será difícil que este truco de cocina sea un éxito, porque comer un cupcake no lleva mucho tiempo, y podremos comerlo tal y como se presenta o como se recomienda comer un cupcake, haciendo un bocadillo, ¿recordáis cómo es?, ¿es este vuestro método para comer un cupcake?