Sabéis de nuestro interés por divulgar la alimentación variada y equilibrada, y en ella se encuentran las legumbres, que según los especialistas en nutrición y salud deben consumirse entre dos y tres veces a la semana. Para muchos esto puede ser demasiado, aunque no tiene sentido pensar así porque hay gran variedad de legumbres y aún muchas más formas de cocinarlas, por lo que no hay necesidad de repetir plato. Seguro que más de uno come dos y tres veces por semana carne roja y no pone ‘peros’.
El caso es que las legumbres se consumen menos de lo que se debiera y se conocen varias razones para ello, que gustan más otras comidas, que necesitan mucho tiempo de cocción, que se olvida ponerlas en remojo la noche anterior… y si sucede esto, posiblemente se aplaza su consumo varios días. Pues vamos a intentar que esto no sea razón para no comer legumbres, para ello os traemos el truco de congelar garbanzos después del remojo.
Aunque no hay que olvidar la posibilidad de consumir ocasionalmente las legumbres cocidas que se pueden comprar en tarros de conserva y a granel como antaño (en algunos mercados), ya sabéis que también os hemos dado muchas razones para cocinar las legumbres, podéis recordarlo aquí. Os comentábamos la necesidad de un poco de organización para disfrutar de un buen guiso de garbanzos o alubias (las lentejas tardan menos en hacerse), y lo que no hay que olvidar es poner las legumbres en remojo.
Pero con el ritmo de vida que llevamos la mayoría de nosotros, no es difícil que en una o más de una ocasión se nos olvide, o quizá de pronto no sabemos qué cocinar y se nos antojan unos garbanzos con arroz, pues vamos con la solución: Congelar garbanzos después de su remojo con la finalidad de tener los garbanzos listos para cocinar en cualquier momento.
En el post El remojo de las legumbres, entre otras cosas os contábamos un truco para acelerar la hidratación de garbanzos y alubias, y con ello reducir el tiempo de remojo a dos o tres horas, pero si no se dispone de ese tiempo lo mejor es tener el recurso en el congelador. Prepararlo es muy fácil.
Simplemente hay que poner los garbanzos en remojo en agua del tiempo o tibia y dejarlos como normalmente, unas 10 o 12 horas. Pasado este tiempo se escurren bien y se ponen en una bolsa de congelación, y directamente al congelador. Conviene poner la bolsa plana conla legumbre bien extendida formando una capa lo menos gruesa posible para que después sea más fácil su descongelación.
Disponiendo de los garbanzos (o alubias) ya remojados en el congelador, cuando queramos cocinarlos simplemente se deben sacar del congelador y se pueden descongelar rápidamente si se sumergen en agua caliente sin retirarlos de la bolsa. Una vez que el agua del guiso que vamos a elaborar está hirviendo, se vierten los garbanzos y se cocinan normalmente.
Seguramente muchos de vosotros ya conocíais este truco para tener las legumbres remojadas y listas para cocinar aunque se os haya olvidado poner las legumbres secas en agua el día anterior, el fondo de congelador es una gran ayuda muchas veces. Y si no lo conocíais probadlo, esperamos que os resulte un consejo útil.