Si hay una cosa que no soportamos es coger una botella de aceite o una aceitera y que esté grasienta, dejando nuestras manos pringadas de aceite. No importa que sea aceite comestible, que se pueda considerar un producto limpio que simplemente ha chorreado la botella, es una sensación desagradable, estamos seguros de que muchos de vosotros nos entendéis y también os pasa. Y es posible que incluso os cueste evitar este problema con vuestra aceitera o botella de aceite, pues encontrar un dosificador que no gotee puede ser complicado.
Así que lo mejor es tener recursos como el truco de cocina que os traemos hoy y con el que tendréis la aceitera siempre limpia, no volveréis a pringaros las manos. Debemos decir que no es un truco nuevo, es decir, que ni para nosotros ni para quienes estáis en Gastronomía y Cía desde hace años será un nuevo descubrimiento porque ya lo compartimos con vosotros hace mucho tiempo.
Pero entonces no lo acompañamos de una foto nuestra ni de un vídeo, sino de una ilustración (como podréis ver aquí), y como hace unos días, mientras grabábamos una receta hicimos lo propio con este sencillo consejo que compartimos en nuestro perfil de Instagram, hemos pensado que no estaría de más recordarlo también en el blog. Así que os dejamos el vídeo bajo estas líneas.
Pues ya lo habéis visto, el truco para evitar que la aceitera se llene de grasa aunque tengas un dosificador antigoteo, que no siempre funciona, es hacer un ‘cinturón’ al cuello de la botella con papel de cocina absorbente, y se sujeta fácilmente con una goma o elástico. Cuando el papel de cocina esté un poco ‘sucio’ o grasiento porque ha recogido las gotas de aceite que han chorreado después de dispensar el oro líquido (véase como oro líquido el aceite de oliva virgen extra, pero se puede utilizar con cualquier aceitera y variedad de aceite), pues se cambia y listo.
Quizá no es la forma más estética de tener una botella de un buen aceite de oliva virgen extra, de calidad premium, de los que quizá os gusta llevar a la mesa para el disfrute de los comensales, pero para esas ocasiones en las que disfrutáis de una cata de aceites o de un menú con los mejores AOVEs, siempre se puede recurrir a algún tipo de papel absorbente o tejido que no desentone con la botella. Pero para el día a día y para las aceiteras que se utilizan en la cocina, este truco se convertirá en el mejor aliado para decir adiós a pringarse las manos de grasa.