Hay algo que a menudo nos preguntamos y que nos mueve a haceros una consulta todos vosotros. Quienes nos acompañáis en Gastronomía y Cía desde hace tiempo habréis podido comprobar que ocasionalmente escribimos algo relacionado con los niños, y a veces pensamos que tendríamos que darles un poco más de protagonismo, con contenidos interesantes para ellos y para sus progenitores. ¿Qué opináis? Como padres, sabemos que uno de los quebraderos de cabeza que todos tenemos es cómo animar y conseguir que los niños coman alimentos que sean nutritivos y saludables, pues a menudo es difícil incluir en la dieta de los pequeños ciertas verduras, frutas, y también sucede con pescados y carnes, se dan todos los casos. Aunque siempre hay niños que dan una alegría a sus padres desde que empiezan a comer sólidos aceptando todo tipo de frutas y hortalizas. Por cierto, no siempre sirve eso de dar ejemplo…
Ahora vamos a hablar, de refilón, de los platos de paisajes comestibles, una tendencia gastronómica que lleva muchos años realizándose en las cocinas profesionales de todo el mundo. A los adultos pueden gustar más o menos este tipo de platos, pero a los niños les encanta, y a menudo les motiva a comerse un plato que tiene un paisaje, por ejemplo, de una casa con su árbol y su valla o de una estación de tren, o que tiene forma de tigre, de cocodrilo, de tortuga…
Hay muchos padres que tienen una creatividad admirable a la hora de crear paisajes o formas con la comida de los niños, lo que les sirve para crear una historia que les seduce y ayuda a que quieran probar los alimentos, y a que se coman el plato. Hemos podido conocer muchos trabajos de padres a través de redes sociales como Instagram, Facebook o Pinterest, y si os interesa iremos compartiéndolos con vosotros. Hoy por el momento os vamos a dejar con un vídeo en el que podéis ver tres almuerzos que os pueden servir de guía o de inspiración.
Son tres almuerzos para niños que tienen que llevarlos en fiambrera a la guardería o a la escuela, aunque siempre pueden ser un recurso para hacerlo en un plato para comerlo en casa, por supuesto. Además, los dibujos y formas están relacionados con el verano, las vacaciones, los viajes… el propósito es que sean almuerzos que hagan a los niños tener recuerdos de sus vacaciones y que se haga más amena la vuelta al cole.
El primer almuerzo de tupper se llama ‘Bajo el mar’ y en él hay un delfín que está hecho con un sándwich, simplemente hay que utilizar un cortapastas para darle la forma. El mar está formado por arándanos azules, la arena la representan unos cereales de desayuno (mejor sin azúcar), y también hay unas tortugas hechas con kiwi y uvas, y unas estrellas de mar que se hacen con queso.
El segundo almuerzo se llama ‘Todos a bordo’, y nos enseñan cómo hacer un tren con sus vías ferroviarias, éstas se componen de crackers, mantequilla de cacahuete y pretzels con forma de palitos. El tren está hecho con frutas, sandía, plátano, berries (moras y arándanos) y piña. Este almuerzo se completa con una poco de pasta con forma de ruedas, con tomate y calabacín en daditos, con su aderezo, y unas uvas pasas.
El tercer almuerzo se llama ‘En el aire’, y lo primero que hay que colocar son las nubes, que están muy bien representadas con unas flores de coliflor. Atravesando esas nubes aparece un aeroplano que se hace con un cracker o una tostada, queso, tomates cherry y zanahoria. Las maletas son brownies con un anacardo que hace las veces de asa, y un poco de mantequilla de cacahuete que las decora. Para completar el almuerzo, unos cacahuetes y unos pretzel mini.
En ningún momento se habla de que estos almuerzos sean ideales para todos los niños, ni que su composición sea la adecuada. Cada niño tiene sus necesidades y los padres son los que se tienen que preocupar por conocerlas y por satisfacerlas, tanto gustativa como cualitativa o nutricionalmente hablando. Pero sin duda, estas ideas pueden ayudar a muchos padres a crear desayunos y comidas más apetecibles para los niños. Esperamos que el vídeo os haya gustado.