Ya lo decíamos en el post ¿La Unión Europea representa los intereses de terceros países?, no faltan motivos para creer que la UE realiza un especial esfuerzo por ayudar a los productores no comunitarios y se pueden citar muchos ejemplos, como los que se mencionan en el mencionado post. Hoy conocemos una nueva noticia que evidencia aún más el trato desigual entre los agricultores europeos y los agricultores de terceros países, desde el año 2007 y hasta la fecha, Europa ha concedido a Marruecos 70 millones de euros para el sector agrario de ese país, algo que lógicamente indigna a las asociaciones agrícolas como ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) de Almería.
Mientras se recortan las ayudas al sector agrario europeo, se amplían las ayudas a otros países, ahora se acaba de aprobar una nueva ayuda económica para el sector agrario marroquí de 135 millones de euros. Como dice ASAJA, parece que se premia a los competidores, especialmente a aquellos que se saltan los acuerdos comerciales. Recordemos por ejemplo el post Vía libre a los alimentos de Marruecos y como las cuotas pactadas se saltaban a la torera, tanto en cantidad como en precio de comercialización. Para echar más leña al fuego, no sólo se aumenta la importación de tomates de Marruecos, también se trabaja para potenciar su cultivo de cítricos, obviamente con la ayuda económica de la UE. El trato diferente entre los agricultores europeos y los agricultores de terceros países es realmente descarado.
Recordemos el caso de la crisis de los plátanos de Canarias que se produjo cuando la UE decidió reducir los aranceles de las bananas sudamericanas, los productores canarios solicitaron ayuda que evidentemente fue denegada, Bruselas argumentaba que ya recibían demasiadas ayudas. Curiosamente otros países de África o el Caribe que sufrieron también la bajada arancelaria, se quejaron y la Unión Europea les premió con un paquete financiero de 190 millones de euros en concepto de ayuda para compensar el desequilibrio arancelario.
Los 135 millones de euros se destinarán a mejorar la política agrícola, la integración de las poblaciones de zonas remotas y la alfabetización, no es que no sea algo loable, pero sería más coherente poner en orden nuestra casa y posteriormente ayudar a los demás. Las ayudas servirán para incrementar la calidad y la comercialización de los productos agroalimentarios, en consecuencia se pretende crear empleo y mejorar los ingresos del sector agrícola marroquí, mientras los productores españoles (y comunitarios) esperan a que se les escuche para que se puedan mejorar sus condiciones. Basta dar un vistazo al IPOD (Índice de Precios Origen Destino) mensual para darnos cuenta de cuál ha sido la situación de los productores españoles durante los dos últimos años.
A través de Teleprensa, podemos saber que el sector agrícola de Almería denuncia la competencia desleal de los terceros países y cómo debe sobrevivir apenas sin ayudas y con el cinturón cada vez más apretado, pero hay que reconocer que la responsabilidad de la situación recae especialmente en la UE y no en los terceros países. No es que ASAJA no esté de acuerdo con que se ofrezcan ayudas, especialmente a aquellas zonas realmente desfavorecidas, pero no se debe descuidar a agricultores y ganaderos que pertenecen a la Unión Europea y de los que dependen miles de puestos de trabajo. La actual crisis económica no hace más que favorecer los productores no comunitarios y hundir más al sector español y europeo en general, se podría deducir que se persigue eliminar las ayudas agroalimentarias en Europa.
Reivindicamos además el no al Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos, sobre todo si se pretende defender los intereses agrícolas comunitarios. ¿Qué opinas al respecto?
Foto | That Goatskin Bicycle