Associated Press (AP) ha dado a conocer una investigación en la que se demuestra que se está dando una situación de trabajo esclavo en la flota pesquera estadounidense de Hawái, cientos de extranjeros indocumentados procedentes de Asia y del Pacífico Sudeste han estado trabajando en barcos de pesca estadounidenses sin contar con la protección laboral básica, esto se debe a un vacío legal en la legislación estadounidense que permite a estas personas trabajar en los barcos capturando atún de aleta amarilla, pez espada, etc., pero sin poder pisar suelo estadounidense, ya que no cuentan con el visado correspondiente.
Como consecuencia de este vacío legal, los trabajadores están a merced de los capitanes de los pequeros y de las empresas responsables, deben realizar trabajos peligrosos percibiendo un salario de unos 70 céntimos de dólar a la hora. Se puede decir que la situación ha contado hasta el momento con el beneplácito de los legisladores estadounidenses, quienes debían saber que existía esta situación de vacío legal. Es un caso de trabajo esclavo que se puede comparar con el vivido en la flota pesquera de Tailandia o en las granjas avícolas de este país.
La investigación ha puesto al descubierto que las tripulaciones de muchos barcos pesqueros con bandera estadounidense y que operan en aguas norteamericanas, viven en condiciones infrahumanas, no se les permite poner el pie en tierra, se les requisa el pasaporte, ya que están obligados a dárselos a los capitanes de los barcos por el servicio de aduanas y protección de fronteras, una práctica que puede infringir las leyes federales de tráfico de personas.
Las jornadas laborales diarias pueden tener una duración de 20 horas, viven en los barcos sin contar con las medidas de higiene básicas, están obligados a utilizar cubos para hacer sus necesidades, sufren úlceras, duermen en camastros plagados de insectos, a veces no cuentan con suficiente comida para alimentarse, y así un largo etcétera que pone de manifiesto los abusos laborales en la industria pesquera estadounidense. Los periodistas que se han encargado de la investigación, Martha Mendoza y Margie Mason han puesto al descubierto una trata de personas utilizando contratos de trabajo de varios años de duración, que previamente han sido acordados por terceras personas. Estas son intermediarias que traen trabajadores de Indonesia, Vietnam, Filipinas y Kiribati, para que trabajen en los pesqueros con contratos de dos o tres años que se prorrogan en varias ocasiones.
Dado que estos trabajadores no pueden pisar suelo estadounidense, si deben abandonar el barco para ir a otro barco no pueden ser transferidos a través de los canales habituales, tienen que saltar al mar y nadar hasta llegar al barco donde empezarán con el nuevo contrato de trabajo, si es que se puede llamar contrato. El salario es muy reducido, pero a pesar de ello, es más de lo que ganarían si trabajasen en su país de origen, por lo que aceptan irremediablemente las condiciones renunciando a su libertad, ya que estos barcos pesqueros se convierten en cárceles flotantes.
En la investigación de The Associated Press se denuncia que las capturas de pescado y marisco acaban en los restaurantes de prestigio dirigidos por chefs como Roy Yamaguchi y Masaharu Morimoto, que promocionan estos productos pesqueros por su calidad (posiblemente desconocían como se obtenían). También se comercializan en grandes supermercados de todo el país, como por ejemplo Costco, Sam’s Club o Whole Foods, recordemos que esta última cadena de supermercados está especializada en la venta de alimentos ecológicos. Como cabría esperar, en el momento que las empresas y los chefs han sabido cómo se obtenían los productos marinos que comercializaban, han condenado el maltrato que sufren los trabajadores de los pesqueros.
La investigación pone al descubierto la indiferencia del servicio de aduanas y protección de fronteras, cuando se ha realizado una inspección rutinaria en los pesqueros de Hawái, los trabajadores han denunciado los míseros sueldos y que en ocasiones no se les paga, la respuesta ha sido que los contratos se están cumpliendo correctamente y que no tienen potestad para inmiscuirse en estos temas.
El reportaje de investigación ha causado un gran revuelo y ha provocado que esta industria se tambalee ante el rechazo de muchas personas que están en contra del trabajo esclavo y desconocían la situación. Curiosamente la industria pesquera de Hawaii es una de las más reguladas en lo que respecta a los límites de las capturas que se realizan, destaca por la trazabilidad y la sostenibilidad en las artes de pesca, sin embargo, se puede decir que es la flota pesquera estadounidense que está a la cabeza del abuso laboral en el país.
El Gobierno ha dado muchos pasos para mejorar la trazabilidad y sostenibilidad, recordemos que el reciente informe de Oceana se hacía eco de las medidas que pretende aplicar el Gobierno de Estados Unidos para combatir la pesca ilegal, no regulada ni declarada, pero parece que las cuestiones laborales se han dejado a un lado. Merece la pena leer el reportaje al completo, al que podéis acceder a través de este artículo de AP. El trabajo esclavo no sólo está instaurado en los países asiáticos, lo encontramos en cualquier país del mundo. Posiblemente tras la publicación de este reportaje, se realice una investigación y se acabe con ese vacío legal que ha permitido que mientras unos disfrutan de productos marinos de calidad, otros sufren el trabajo esclavo.
Foto | russellstreet
Foto 2 | Arnie Papp