El término italiano torciglioni podría traducirse como giros, rizos, espirales… es la manera de describir la forma, en este caso de un alimento, por lo que hay distintas preparaciones que se denominan así, desde palitos de pan, pasando por galletas u hojaldres y como no, la pasta. Y es de ésta de la que queremos hablar para ampliar el diccionario de tipos de pasta, con los Torciglioni de sémola.
Viendo la fotografía, se identifica rápidamente que se trata de un tipo de pasta corta del estilo de los macarrones, tubular o cilíndrica, hueca, pero estriada y curva. Como habéis podido leer, hemos hablado de torciglioni, es como se describen en el paquete de esta pasta que tenemos en nuestra despensa, pero es más conocida como tortiglioni de sémola, también se conoce con otros nombres como succhietti o sedani (procede de sedano, apio en italiano, por la similitud en la forma estriada del tronco de este vegetal).
A veces también se identifica la pasta tortiglioni como un tipo de rigatoni, pero éstos son rectos, y generalmente de diámetros superiores. Como tortiglioni también podemos encontrar otros tipos de pasta, con la misma forma pero elaborados con distintas harinas y sémolas, como la de sarraceno, o el tortiglioni con doble estriado, hay distintas especialidades.
Se cree que los tortiglioni son originarios de Nápoles, al menos así lo indican en el libro Pasta de La Cuchara de Plata. De lo que no hay duda es de su versatilidad culinaria, esta pasta seca, algo porosa, es ideal para preparar con salsas densas, debido a su forma, éstas quedan retenidas en las estrías y huecos.
Es muy habitual preparar pastas estriadas como los tortiglioni de sémola con ragú, a la parmesana, con salsa de setas, o incorporando otras verduras como el brócoli, el calabacín… los productos cárnicos también favorecen a esta pasta corta y gruesa. Los tortiglioni son uno de los tipos de pasta más consumidos, fáciles de cocinar al dente y muy agradecidos con una gran variedad de salsas.