Un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Investigación Genómica de Plantas (NCBI) de la India, acaba de dar a conocer una nueva variedad de tomates con mayor vida útil, capaces de mantenerse en perfectas condiciones durante 45 días tras haber sido recolectados. Son tomates cuyas propiedades parecen mantenerse sin que muestren signos de ablandamiento o degradación.
Estos tomates más duraderos no son tomates transgénicos, no contienen material genético de otra especie, sin embargo, en la investigación sí se han manipulado genéticamente, silenciando dos enzimas que se acumulan en los tomates durante la maduración y que están relacionadas con su ablandamiento y degradación posterior. La segunda fotografía del post es bastante explícita y nos muestra de izquierda a derecha unos tomates normales, unos tomates a los que se les ha silenciado la enzima alfa-manosidasa (a-Man) y finalmente unos tomates a los que se les silenció la enzima beta-D-N-acetilhexosaminidasa (ß-Hex).
En el lado derecho de la tabla podemos ver la evolución de los tomates al cabo de 10, 20 y 45 días, los tomates a los que se les ha silenciado la enzima ß-Hex parecen no haber cambiado, al menos en lo que ha aspecto externo se refiere. En la publicación científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) los investigadores indios explican que en la economía globalizada actual, el control de la maduración de las frutas es de vital importancia y las razones son obvias, ahora se podrían enviar tomates a cualquier parte del mundo sin temer que se degradasen durante el transcurso del viaje, alcanzando su destino en perfecto estado.
Según los expertos, los tomates con mayor vida útil suponen un paso significativo en la agricultura y el comercio, indican que la silenciación de ambas enzimas no produce ningún efecto negativo en el tomate, sin embargo, no hemos podido acceder a las pruebas organolépticas que en teoría se habrán realizado para poder constatar que los tomates conservan sus propiedades en cuanto a aroma o sabor se refiere.
Como sabemos, la recolección de tomates en su estado óptimo de maduración supone una rápida degradación, en apenas unos días se ablandan y su textura ya no resulta tan apetecible, por eso (entre otras cosas) en muchas ocasiones los tomates son recolectados sin que hayan madurado en la mata siendo tomates verdes, algo que hace que sus cualidades sean generalmente inferiores. La solución ofrecida por los expertos podría resultar muy interesante siempre que se constate que no se produce cambio alguno que provoque otro tipo de consecuencias.
Al parecer, el descubrimiento podría trasladarse a otros alimentos incrementando la calidad del producto que se ofrecería al consumidor. Este es un ejemplo del enorme potencial de la ingeniería genética, manipulando exclusivamente los genes del propio tomate y sin tener que recurrir a material genético de otras especies como ocurriría con los alimentos transgénicos, un ejemplo que podríamos citar son los tomates transgénicos para prevenir enfermedades que incorporan genes de una flor denominada boca de dragón. De todos modos será interesante esperar los resultados de nuevas pruebas e investigaciones adicionales que confirmen los resultados iniciales.