KromKommer es una organización holandesa sin ánimo de lucro que lucha contra el desperdicio alimentario, especialmente el que se produce con frutas y verduras, recordemos que recientemente hablábamos de un estudio desarrollado por expertos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) cuyos resultados eran escandalosos, según el estudio que podéis leer aqui, más de 50 millones de frutas y verduras se desperdician cada año en Europa antes de que lleguen al punto de venta, algo inconcebible e indignante.
Hoy hemos conocido una noticia de la que se ha hecho eco KromKommer que puede dar una idea de cómo está la actual situación sobre el desperdicio alimentario, y lo poco que se ha avanzado en el tema. Un agricultor holandés decidió tirar 200.000 kilos de pimientos por no cumplir con los estándares de mercado, concretamente por tener en la piel unas manchas y quemaduras debido al calor del verano. Son taras que no suponían ningún riesgo para la salud, por lo que los pimientos se podían consumir o emplear para la elaboración de otros productos alimentarios.
Eran pimientos de invernadero perfectamente comestibles, pero los elevados estándares de calidad de los supermercados, las regulaciones gubernamentales y que los consumidores tengan altas expectativas a la hora de comprar alimentos en cuanto a tamaño, forma y color, han provocado el enorme desperdicio realizado. Este agricultor ha desechado aproximadamente un millón de pimientos (25% de la cosecha) en unos terrenos en la localidad de Baarlo (Países Bajos) para utilizarlos como compost, pimientos que como ya hemos comentado, se podían haber aprovechado perfectamente para la elaboración de otros productos procesados.
Obviamente, su acción ha provocado la ira en las redes sociales y vuelve a poner en la palestra el grave problema del desperdicio alimentario, apuntando a las actuales normas y estándares de comercialización de alimentos de la Unión Europea. En la segunda fotografía podéis ver los pimientos esparcidos por el campo, el productor ha perdido unos 70.000 euros por renunciar a parte de la cosecha, algunos usuarios en Twitter o Facebook se preguntan por qué no ha optado por regalarlos y contribuir a reducir el desperdicio.
El agricultor ha explicado que son varias las taras, además de las manchas, se encuentran zonas quemadas y esos defectos hacen que los pimientos se mantengan menos tiempo en buenas condiciones. De hecho, y según leemos aquí, no se podían clasificar como Categoría 2 según la legislación de la CE sobre la comercialización de frutas y verduras, en esta categoría se enmarcan frutas y verduras que tienen determinadas taras y malformaciones. Para poder considerar los pimientos dentro de esta categoría, deberían contar con un pedúnculo dañado o cortado, siempre que el cáliz estuviera intacto, podrían tener pequeñas heridas y quemaduras que no superasen los dos centímetros de longitud, o un centímetro cuadrado. Si se trata de otros defectos como grietas superficiales, estas no pueden superar los tres centímetros de longitud.
En el vídeo que podéis ver sobre estas líneas el agricultor explica las razones que le llevaron a tirar los pimientos, parece ser que ha eliminado hasta un 25% de la cosecha por las taras indicadas, si los hubiera incluido en la producción los precios de venta habrían caído, algo que parece que no estaba dispuesto a aceptar y menos ante un mercado saturado de este producto, pero esto no justifica que los tirase, aunque, claro, es mucho más cómodo y rápido deshacerse de los pimientos esparciéndolos en un campo.
Es lamentable que se desperdicien pimientos y cualquier otro alimento por los estándares y reglamentaciones comunitarias, es vergonzoso que se sigan produciendo este tipo de situaciones y que la CE no actúe en consecuencia, modificando unas reglas y creando otras nuevas. Merece la pena retomar la lectura de este post de principios del año pasado en el que explicábamos que el Tribunal de Cuentas europeo, consideraba que, en relación al desperdicio alimentario, la Comisión Europea apenas realizaba esfuerzos para llevar a cabo políticas eficaces que ayudasen a reducir el despilfarro de alimentos. A día de hoy la situación ha cambiado poco, planes, propuestas, debates… pero poca cosa en firme para evitar el enorme desperdicio de alimentos que se genera cada año en Europa.
En definitiva, el agricultor ha procedido a tirar los pimientos por ser invendibles, pero no por no ser comestibles, lo que muestra claramente que es necesario que se tomen medidas cuanto antes para que se dejen de producir este tipo de situaciones, algo que lamentablemente ocurre en la mayoría de los países comunitarios y por distintas razones como, por ejemplo, el exceso de producción y el deseo de mantener los precios, la presión que ejercen los intermediarios, que provoca precios por debajo de mercado y obliga a destruir cosechas, etc.