Parece que la creatividad y el diseño van a ser los únicos capaces de poner en valor algo tan trivial a la hora de comer como es el mantel, fijaos si carece de importancia para muchos, que hay restaurantes gastronómicos que hace años que los han retirado… Pero un mantel, además de vestir una mesa, puede ser una herramienta de conciliación social, recordad el mantel con bolsillo diseñado por Paula O’Connor con el objetivo de que quien se siente a la mesa guarde en él su teléfono móvil.
Quizá a algunas personas puede provocarle la risa, pero a algunos se nos saltan las lágrimas al ver a dos personas sentadas en una misma mesa y que apenas se comunican porque una (o las dos) están pendientes de su teléfono móvil, se están perdiendo la vida real por vivir una vida en el medio virtual, un medio aislado del mundo real al que cada vez parece que pertenecen más personas sin poner límites.
Un mantel puede ser testigo de muchos buenos momentos, porque el comer en nuestra cultura es una fiesta, además de una necesidad. Pues gracias a la creatividad y al diseño antes mencionados, un mantel puede ser también un puñado de recuerdos de esos momentos con The Memories’ Cloth.
Francesca Zampollo es profesora en la Universidad Tecnológica de Auckland, fundadora de la International Food Design Society y creadora, entre otras cosas, del mantel que podéis ver en la foto que encabeza este post, es ‘El mantel de los recuerdos’ (The Memories’ Cloth), al que define como ‘un mantel sobre la vida, un mantel para la vida’. La idea es que en las ocasiones especiales en las que se reúne la familia en torno a la mesa, los comensales puedan plasmar sus pensamientos, sensaciones o sentimientos de ese momento.
El mantel tiene diversos espacios destinados para escribir esos mensajes (no tienen que llenarse todos en el primer uso, puede ir rellenándose en distintas ocasiones) que quedarán para siempre como un recuerdo, habla incluso de poder pasarlo a futuras generaciones de la familia para que, de algún modo, revivan la historia familiar. Sin duda, podría ser un bonito regalo, pues el mantel de los recuerdos sería un contenedor de emociones, de felicidad, de risas, de la vida…
Como dice su diseñadora, un simple pedazo de tela crecerá en valor emocional gracias a lo que queda plasmado en él, pudiendo ser utilizado una y otra vez en las reuniones familiares, seguramente en muchos momentos se recordarían los anteriores. Y dicho sea de paso, también sería un buen recuerdo de reuniones con amigos. Imaginad utilizar este mantel en reuniones anuales como puede ser la Navidad, los cumpleaños…
De momento se ha producido este mantel para una mesa de cuatro o seis comensales (90×150 cm) y se acompaña de cuatro rotuladores permanentes, pero la diseñadora explicaba en una entrevista, según leímos aquí, que podría cambiarlo y hacerlo en algodón. Sobre la posibilidad de comprar en estos momentos el mantel “The memories’ Cloth”, no aparece en la web, pero os dejamos el enlace para que solicitéis información si os interesa.
¿Qué os parece la idea?, la mesa, la comida y las personas en reunión son una celebración, y el mantel puede ser testigo de ello y contarlo dentro de muchos años.