Hace unos meses se puso en marcha en Gipuzkoa la campaña Etxeko Ura para fomentar el consumo de agua del grifo, con ella se persiguen varios objetivos, reducir el impacto medioambiental que generan las botellas de plástico, demostrar la calidad del agua del grifo y concienciar a los consumidores sobre la necesidad de realizar un consumo sostenible. Una de las primeras acciones fue proporcionar jarras de cristal para servir el agua en las mesas, al parecer fue una medida bien aceptada principalmente por los restaurantes o establecimientos que ofrecen menú del día.
Lo cierto es que nos sumamos al objetivo de que se conozca el impacto medioambiental que generan las botellas de plástico, por ello os recomendamos recordar el post El coste oculto del agua embotellada, también hablábamos del tema en el post Agua embotellada, ¿sabéis cuánta agua se gasta para fabricar una botella de plástico para contener agua de 33 cl.?, pues alrededor de 40 litros. Si a esto sumamos el daño medioambiental que producen las botellas de plástico que no se reciclan y que éstas contienen compuestos perjudiciales para la salud humana como el Bisfenol A, quizá se nos quite la vergüenza de pedir agua del grifo en un bar o restaurante.
Y esta es la nueva iniciativa de la campaña Etxeko Ura, ¿te da vergüenza pedir agua del grifo en un bar o restaurante?, prueba la Grifoterapia. A continuación podéis ver el vídeo que han lanzado para promoverla.
Quizá no parezca un proyecto serio, también se expresan con sentido del humor en la página web creada para esta campaña, Grifoterapia.com, pero el mensaje es muy serio y por lo que sabemos, el agua del grifo de Gipuzkoa además de tener calidad, tiene buen sabor, cosa que no podemos decir los que residimos en la Comunidad Valenciana o Catalunya, por poner ejemplos de los lugares que conocemos. Desafortunadamente, no en todas las regiones se puede beber agua del grifo, sea por sus niveles en ciertos elementos o por su sabor.
La Grifoterapia se ha creado para poner en valor el agua del grifo de Gipuzkoa y cuenta con el respaldo de la Agencia Vasca del Agua y la Mancomunidad de Txingudi. El espacio online ofrece el mensaje en tono jocoso pero no pretende perder la seriedad, definen la grifoterapia como «un servicio gratuito de atención telefónica cuyo objetivo es eliminar los miedos que te impiden pedir agua del grifo cuando estás fuera de casa»
Proporcionan argumentos por los que pedir agua del grifo, consejos para superar el trauma a quienes les da pavor y testimonios de personas que han superado el trauma. Información de interés para las gipuzkoanos será conocer los establecimientos que se han sumado a la campaña Etxeko Ura, se pueden encontrar por ciudad o municipio: Andoain, Astigarraga, Donostia, Errenteria, Hernani, Hondarribia, Irún, Lasarte/Oria, Lezo, Oiartzun, Pasaia, Urnieta y Usurbil.
Podéis conocer más detalles de la campaña en favor del consumo de agua del grifo a través de www.ekogunea.net, y respondednos a la pregunta, ¿os daría vergüenza pedir agua del grifo en un establecimiento de hostelería de vuestra ciudad, si esta tiene la calidad que merece?, si esta tendencia aumenta, ¿creéis que querrán cobrar por el agua del grifo?
10 comentarios
En Madrid es bastante habitual pedir agua del grifo, ésta sabe muy bien, aunque cuando se come de menú, como la bebida suele estar incluida, si se quiere beber agua, se pide embotellada (que si no se quedan con sensación de que están perdiendo…)
Por otro lado, en restaurantes de cierta categoría no está bien visto, pedir agua del grifo es de cutres… Incluso me ha sucedido que he tenido que pedir una botella de litro porque ni siquiera las tenían individuales y no me querían dar un vaso de agua, cuando había estado consumiendo vino. No volví a ese restaurante.
En cualquier caso, en comunidades en las que el agua tiene buen sabor, el problema no es el consumo de agua embotellada en restaurantes, si no que también se consume en el hogar, y a mí eso me parece un derroche de recursos…
Yo soy gipuzkoana y la verdad es que más de una vez pido agua de grifo y en cada vez más restaurantes te la ofrecen.
En cuanto al consumo del agua embotellada en las casas, aquí muy poca gente la toma en casa, por no decir prácticamente nadie. Yo, personalmente, no conozco a nadie que compre agua para casa.
Yo estoy encantada con el agua que tenemos, tiene un sabor estupendo y a mi siempre me ha dado la sensación de que quita más la sed que algunas aguas embotelladas.
La cuestión no es solo lo que cuesta el agua , que cuesta y si no mirar el recibo todo lo que conlleva que es lo que hace el precio del agua , aparte una jarra , un vaso , la persona que la sirve y que todo eso hay que despues limpiarlo y por supuesto el camarero cobra ó el dueño tiene que pagar los gastos que tenga el local . Pienso que sí se tiene que pagar . Eso es lo que tendrán que hacer tambien a este paso los que con cara muy dura entran a un bar ó cafeteria a los aseos sin consumir nada , hacen sus necesidades y se van , y esta pasando y mucho , en las zonas de la playa en las que hay aseos te obligan a pagar para que se te abra la puerta , ya hace bastante tiempo .
Creo que es correcto que te cobren por ello. Al fin y al cabo es una establecimiento abierto para que puedas estar allí y estás haciendo uso de él y de sus vasos. Aunque no sé cómo encajaría esto en nuestra mentalidad, en la que parece que todo ha de ser gratis.
En Francia es muy típico pedir en un restaurante «eau garraf» o «Un garraf d’eau», y te sale gratis.
En Colombia es natural pedir un vaso o jarra de agua en cualquier restaurante y no tiene sobrecostos.
A mi encantaría beber agua del grifo, de pequeño lo hacía porque el agua que había en donde vivo (Cartagena) era muy buena, pero actualmente es malísima por no decir imbebible y encima cara. ¡Que envidia me dan todos aquellos que pueden consumirla tal cual sale del grifo!. Por todo lo demás me parece una ídea estupenda lo de la campaña para fomentar su consumo.
Como responsable de un restaurante he tenido que soportar que me pidan el libro de reclamaciones una persona que, comiendo a la carta, quería una jarra de agua. Las jarras, en mi establecimiento, se ofrecen para el menú de los días laborables, ya que la bebida va incluida, pero no un sábado cuando no existe menú.
El agua no es gratis para el dueño del restaurante, por no hablar del coste de las jarras, los camareros, la limpieza…
Vale, el agua del grifo está muy buena, y en Madrid, más, pero, por favor, en un establecimiento público el agua se sirve en botellas de cristal.
Aurea, en la vida he oído argumentos mas pobres, está claro que el cliente paga las jarras, los vasos, los cubiertos, las plantas de adorno, el bolígrafo del camarero, la impresión de las cartas, el serrín del suelo, el contable que lleva las cuentas y un montón de cosas mas que no se desglosan en la factura, negar a un cliente de carta , que va a gastarse algo mas que el de menú del día, un vaso de agua cuando un litro cuesta menos de 1 céntimo me parece como para no volver a tu establecimiento.
Tengo que decir que estoy completamente de acuerdo con jj
Además debo añadir que he trabajado en hostelería mucho tiempo y jamás he negado un vaso de agua a nadie, gratis, aunque no consumiera nada más, y mis superiores estaban de acuerdo. Creo que el coste es mínimo y negarlo a la persona supone perjuicios peores de imagen (esto ya lo digo como publicista que soy)
Opino que la hoja de reclamaciones que te pusieron, Aurea, estaba justificada, aunque lamentablemente en lugar de darte una perspectiva de la demanda de tu público y aprovecharla como oportunidad, te has encerrado en tu postura.