Helado de chocolate, helado de avellana, corazón de chocolate negro fundido y cobertura de cacao puro en polvo… los adictos al chocolate como nosotros estaréis salivando, ¿conocéis de qué helado estamos hablando? Efectivamente, del Tartufo di Pizzo, una auténtica delicia de helado italiano que se elabora de forma artesanal, hasta el punto de que la forma esférica se hace a mano, le caracteriza su forma irregular.
El Tartufo di Pizzo es uno de nuestros helados favoritos, seguramente aún nos gustaría más si lo probáramos en su ciudad de origen, Pizzo, más conocido como Pizzo Calabro, que se encuentra en la provincia de Vibo Valentia, en Calabria. Esta ciudad es hoy muy conocida precisamente por la elaboración de helados de calidad, cuentan incluso que se conoce, o se define, como la ciudad del helado.
No está muy claro cuándo nació el Tartufo di Pizzo, hay quien afirma que en los años 50-60, pero aquí nos explican que fue en 1943, y que fue creado para el príncipe Humberto de Saboya (Príncipe de Piamonte), que visitando Pizzo para una inspección militar, fue agasajado con una fiesta gastronómica con los mejores alimentos de Calabria y en la heladería quisieron hacer honor a las excelentes trufas blancas de Piamonte, y a la pasión por el chocolate de los piamonteses, creando un postre helado con apariencia de trufa, combinando el helado de color claro de avellana, el helado de chocolate, el chocolate (o licor de chocolate) fundido del interior y la cobertura de cacao y azúcar, formado a mano se presenta el postre helado como una trufa recién recuperada del interior de la tierra.
Actualmente son muchos los turistas que se acercan a Pizzo Calabro para probar este y otros helados tradicionales y artesanales como el Tartufo Bianco o la Nocciola imbottita, entre otros. Este helado se ha hecho muy popular en Europa, en la carta de muchos restaurantes italianos lo tienen como postre, también lo podemos encontrar en heladerías italianas de nuestro país, y con menos gracia, se encuentran algunos helados con el mismo nombre que son de producción industrial. Tenemos la costumbre de preguntar en los restaurantes si los postres que ofrecen son caseros, y generalmente prescindimos de él cuando la respuesta es negativa, así que estos helados preparados no los hemos probado.
Una perfecta esfera (generalmente con la base plana) puede delatar que el Tartufo di Pizzo no está hecho a mano, pues en su elaboración no se utilizan moldes. Hemos encontrado algunos vídeos en los que se puede ver cómo se elabora el Tartufo di Pizzo, lo veréis a continuación. En la palma de la mano se pone el helado de avellana, ahuecado para poner en su interior helado de trufa, haciendo un pequeño orificio en el que incorporar el chocolate negro fundido.
El helado se cierra para que el chocolate líquido no se salga, formando una esfera irregular y colocándola sobre papel encerado. Todo esto se hace con la materia prima en el congelador, posando las esferas de helado sobre una superficie dentro del congelador para que pierda el mínimo frío posible. Ya sólo queda un paso para terminar el Tartufo di Pizzo, rebozarlo en cacao en polvo y dejarlo en el congelador hasta el momento de consumo.
Combina el sabor amargo del cacao de la superfície con el dulce del interior, infinita cremosidad que en ocasiones se sirve bañada con algún licor, como el Amaretto. Quizá habéis probado el original o alguna versión del Tartufo di Pizzo, ¿qué os parece?.
Foto | Alesduchac