Tarta de ricotta y almendra, una tarta de queso muy cremosa con un toque que la hace especial

Aquí tenéis otra tarta de queso para probar, seguro que vais a encontrar el momento de hacerla, es muy fácil y rápida de elaborar, lo que se hace más lento es esperar a que se enfríe y repose. Esta tarta de ricotta y almendra es una tarta de queso muy cremosa con un toque que la hace especial, y es que le añadimos un poquito de amaretto, que le deja sutilmente su sabor, a quienes os gusta este licor, os va a enamorar esta tarta de ricotta. Sobra decir que quien quiera omitir este ingrediente puede hacerlo sin problema, la tarta resulta igualmente deliciosa.

Así que tomad nota de la elaboración paso a paso, veréis que para preparar esta receta de tarta de ricotta, almendra y amaretto no necesitaréis más de 15 minutos, luego viene el horneado. Es del estilo de tartas de queso que a nosotros nos gusta, sin base de galleta, que no es que nos desagraden con la base crujiente, pero… esta cremosidad nos gusta disfrutarla sola, es como que se funde en el paladar. Quien no conciba una tarta de queso sin base de galleta, por supuesto, se la puede añadir. Ya nos contaréis cómo la hacéis y cuánto os ha gustado.

Ingredientes (Molde 16 cm.)

  • 500 gramos de queso ricotta
  • 3 huevos L
  • 100 gramos de almendra molida
  • 140 gramos de azúcar (o el equivalente en edulcorante)
  • 65 gramos de leche
  • 30 gramos de amaretto
  • unas gotas de extracto de vainilla
  • c/n de mantequilla (para el molde).

Elaboración

Pon en un bol el queso ricotta desmigado, añade los huevos y la almendra molida. A continuación añade el azúcar o el edulcorante que desees, queda igual de bien con azúcar que con un edulcorante líquido o granulado.

Incorpora al bol la leche y el amaretto, y en caso de no querer poner alcohol, sustitúyelo por leche. Para terminar, añade el extracto de vainilla y tritura hasta obtener una masa fina y homogénea. Tapa la masa y deja reposar.

Unta el molde con mantequilla, vierte la masa y reserva. Enciende el horno con calor arriba ya bajo a 180º C. Mientras tanto, la masa de la tarta podrá reposar y si había hecho mucha burbuja durante el batido (recordad que no conviene batir en exceso), la perderá y quedará una tarta de queso más uniforme.

Cuando el horno esté caliente, introduce el molde en el horno a altura media, programa unos 30-40 minutos, el tiempo puede variar según el horno, el material del molde utilizado (el nuestro es de aluminio antiadherente). Puedes comprobar con una brocheta o palillo si está cocido, pinchando en el centro.

Retira entonces el molde del horno y deja enfriar antes de desmoldar. Lo ideal en una tarta de queso es que repose hasta el día siguiente, pero también se puede disfrutar el mismo día, así que puedes acelerar que se enfríe y se asiente pasándola al frigorífico, pero antes de degustarla, déjala a temperatura ambiente.

Acabado y presentación

Sirve la tarta de queso en una bandeja o pie de tarta, puedes decorar con frutos rojos, almendras laminadas tostadas, azúcar glas (o leche en polvo, es una forma de darle un acabado sin añadir más azúcar)… Después corta raciones para servir en los platos de postre y a disfrutar. ¡Buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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