Quizá esperabais encontrar una tarta de queso o cheesecake cubierta con salsa de caramelo, y/o con su base de galleta crujiente… Pues os contamos que ilustrando estas líneas podéis ver nuestra Tarta de queso, plátano y caramelo de mantequilla salada prácticamente al desnudo, porque no necesita nada más para proporcionar un bocado que seduce a los paladares más exigentes. Es mucho más que una tarta de queso espectacular, por lo que no debéis dejar de tomar nota de esta receta para el postre de un día especial. Dicho sea de paso que si vosotros queréis poner una base crujiente a esta tarta de queso podéis hacerlo, el contraste de texturas siempre es un punto agradable, podéis hacerla con avena, con frutos secos, con galletas…
En cuanto a la salsa de caramelo de mantequilla salada, os recomendamos que la hagáis vosotros mismos, es muy fácil, la receta original es la que podéis ver en esta receta, pero últimamente la que hacemos es la versión que salamos con salsa de soja, y la receta también la compartimos con vosotros recientemente así que podéis acceder a ella en este post. Con cualquiera de las dos vais a triunfar si la incluís en vuestra cheescake con plátano, y recordad que debéis utilizar unos plátanos de Canarias bien maduros que también aportan dulzor para contrastar con el punto de sal del caramelo y del queso que utilizamos.
Al respecto, debemos deciros que el queso de untar que hemos utilizado en esta tarta es un queso rico en proteínas que se parece muy poco al clásico queso de untar (al Philadelphia o similares). Es más un queso tipo cheddar muy suave untable, también tiene su punto de sal y es bajo en grasas, se llama Eatlean (puedes verlo aquí) y se puede encontrar en algunos hipermercados. Pero también podéis hacer esta cheesecake con caramelo de mantequilla salada con el queso untable que prefiráis, si es más suave, si es más sabroso… así quedará la tarta, en cualquier caso, deliciosa.
Ingredientes (Molde 20 cm.)
- 430 gramos de queso untable Eatlean
- 3 plátanos de Canarias grandes y maduros (unos 450 gramos)
- 5 huevos L
- 300 gramos de caramelo de mantequilla salada
- 70 gramos de avena integral molida
- c/n de mantequilla (para el molde).
Elaboración
Prepara la masa para la tarta en un bol grande, es una buena tarta de queso. Pon en el bol el queso untable o queso crema y añade los plátanos maduros troceados. Añade también los huevos, el caramelo y los copos de avena molidos. Si lo prefieres, puedes utilizar harina normal.
Tritura con la batidora de mano eléctrica hasta obtener una crema fina y homogénea. Unta el molde desmontable con mantequilla y a continuación vierte la masa, deja reposar en frío mientras se calienta el horno.
Enciende el horno a 170º C con calor arriba y abajo y pon una bandeja en la parte baja para colocar el molde con la tarta. Prepara papel de aluminio para tapar la tarta una vez que haya cogido color, pero necesite más tiempo de cocción, para que no quede demasiado tostada.
Cuando el horno esté caliente, introduce el molde y programa 50-60 minutos, aunque el tiempo de horneado puede variar según el molde utilizado, el horno… Así que pasados los primeros 40 minutos comprueba cómo va la tarta de queso, si está dorada pero el centro todavía baila, tápala como comentábamos antes, con papel de aluminio, y prosigue la cocción unos 10-20 minutos más. Puedes hacer la prueba del palillo para comprobar que la tarta está bien cocida, a no ser que prefieras una tarta poco hecha, entonces, retírala antes.
Acabado y presentación
Deja enfriar la tarta de queso a temperatura ambiente y después deja que repose en la nevera al menos cuatro horas. Cuando la vayas a servir, déjala unos minutos antes fuera del frigorífico y desmolda. Puedes presentarla entera ante tus comensales o cortar porciones de tarta de queso, plátano y caramelo para servir en plato de postre y, por supuesto, si lo deseas, puedes decorar y acompañar con unas galletas crujientes rotas, fruta fresca, nata, mermelada, chocolate… ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria