El suribachi o mortero japonés, se diferencia del mortero que nosotros conocemos por una forma menos cóncava y unas estrías que facilitan la tarea de moler o triturar. Es ideal para las bayas, las semillas y las especias, pues el estriado facilita su rotura al presionar contra ellas.
Suele ser de cerámica, esmaltada en su exterior, el que veis en la foto es un suribachi sencillo y de pequeño tamaño, unos 14 centímetros de diámetro y unos 6 centímetros de alto, pero es muy práctico y pesa poco. Se puede adquirir por unos 14 euros.
La mano de mortero del suribachi también tiene un nombre específico, surikogi, generalmente se elabora con madera de ciprés o de fresno, mientras que los de mayor calidad se hacen con madera del árbol de pimienta Sansho, su característica principal es que además proporciona a la molienda un toque especial.
Como os comentamos en el post Cómo hacer gomasio o sal de sésamo, el mortero japonés es el utensilio ideal para su elaboración, así como para moler todo tipo de especias, basta con frotar contra la pared estriada para percibir todos sus aromas que después especiarán nuestras comidas.