La Oficina Federal para el Suministro Económico Nacional de Suiza planea eliminar la reserva de emergencia de café, ya que no se trata de un producto esencial para la supervivencia humana. Con esta medida se eliminaría una estrategia que se implantó hace décadas y que obliga a fabricantes, importadores y minoristas a almacenar café en crudo tal y como se almacenan otros alimentos básicos, como arroz, aceites vegetales, etc.
Estos sistemas de reserva de emergencia fueron establecidos en la Primera y Segunda Guerra Mundial con el fin de que el país pudiera estar preparado ante la escasez de estos productos por una guerra, una epidemia o un desastre natural. El café, en su momento, fue considerado un producto que debía ser almacenado en el caso de uno de los supuestos comentados, pero parece que han tenido que pasar varios años para determinar que el café no es vital para la supervivencia humana.
De momento, la propuesta está sobre la mesa y está sujeta a un periodo de comentarios públicos, posteriormente y tras los resultados que se obtengan, se deberá tomar una decisión definitiva el próximo mes de noviembre. Hay quien no está de acuerdo con esta decisión y cree que el café sí debe ser uno de los productos básicos que el país almacena, por ello, ya se está preparando una oposición a la propuesta de eliminar la reserva estratégica de café.
La oposición la lleva a cabo la organización Réservesuisse Genossenschaft, encargada de organizar, administrar y financiar el almacenamiento obligatorio de alimentos y cereales en nombre del Departamento Federal de Economía, Formación e Investigación de Suiza que ya ha solicitado que se reconsidere la recomendación para eliminar el almacenamiento de café, realizada por la Oficina Federal para el Suministro Económico Nacional.
Desde Réservesuisse Genossenschaft se comenta que argumentar que el café no tiene prácticamente calorías, y que no contribuye a salvaguardar la nutrición desde una perspectiva fisiológica es un error, y no se hace justicia al café, producto que parecen considerar básico y vital. Quizá en todo esto tenga algo que ver el tema económico, ya que el país financia su reserva de café obligatoria a través de una tarifa de 3’75 francos suizos por cada 100 kilos de granos de café importados, lo que suponen 2’7 millones de francos suizos anuales que se destinan a compensar a las empresas por almacenar el café. Además, en el caso de que se lleguen a eliminar las reservas de café, el Gobierno espera que esto se traduzca en una reducción del precio del producto que beneficie al consumidor.
Quizá el café es un “producto vital” para los suizos, las cifras de consumo indican que un consumidor suizo toma una media de 9 kilos de café anuales, en cambio, en países como Estados Unidos el consumo medio se reduce a 4’5 kilos por persona y en el Reino Unido a 3’3 kilos por persona. Lo cierto es que no es básico, del mismo modo que para algunos no lo es el azúcar, otro de los productos que el país almacena por considerar básico y vital.
De momento, en Suiza se almacenan unas 15.300 toneladas de café, que están repartidas entre 15 compañías, esta es una cantidad con la que se garantiza el abastecimiento del consumo nacional durante un periodo de tres meses. La obligación de almacenar café expirará en el año 2022, si la propuesta sale adelante, estas compañías podrán eliminar el stock que han mantenido durante décadas.
Según leemos aquí, compañías como Nestlé, que están obligadas a tener una reserva de café, no se han pronunciado sobre el tema, pero quizá lo hagan en las próximas semanas.
Foto 1 | John O’Nolan
Foto 2 | Bryon Lippincott
