‘Sufrimiento animal en la cesta de la compra‘ es el título del informe realizado por la organización de consumidores Foodwatch sobre el estado de salud de los animales de granja, sean de producción convencional o ecológica, en Alemania, y está basado en numerosos estudios veterinarios realizados en el periodo de 2017 a 2022.
Los resultados obtenidos son considerados por la organización como devastadores, ya que se constata que los animales que se destinan a la alimentación humana sufren enfermedades graves que están relacionadas con la producción en todos los niveles de crianza. Algunos datos de este documento son bastante llamativos, por ejemplo, se ha detectado que casi un 40% de los cerdos que se crían convencionalmente, sufren problemas de salud como úlceras de estómago, neumonía, heridas abiertas, inflamaciones, infecciones, etc. En la producción ecológica los datos no son mucho mejores, casi un 35% de los cerdos sufren los problemas antes descritos.
En el caso de las vacas lecheras, según el informe, hasta el 39% de los animales sufren enfermedades dolorosas en las pezuñas, y en la producción ecológica, una de cada dos vacas padece inflamación de las ubres. Si hablamos de gallinas, en el informe se apunta que hasta el 97% de las gallinas ponedoras tienen huesos rotos, y no importa si son animales de producción convencional o ecológica. Por tanto, hay que pensar que leche, carne y huevos que llegan a los supermercados, proceden en buena parte de animales que tienen problemas de salud, y los sufren.
Aunque el informe hace referencia a la producción animal de Alemania, es muy probable que en mayor o menor medida ocurra en el resto de países de la Unión Europea, de ahí que sea interesante conocer los datos e invitar a alguna organización de consumidores a que ponga en marcha un estudio similar en nuestro país para conocer la situación de los animales que se producen para la alimentación humana. Aunque de vez en cuando saltan alertas, se dan a conocer denuncias por el maltrato animal, se publican vídeos que no deberían poderse grabar… no es suficiente, a la vista está.
Foodwatch explica que hasta el momento, la discusión pública sobre mejores métodos de crianza de los animales se ha centrado sólo en nuevas certificaciones y conversión de las zonas de crianza. Sin embargo, los estudios muestran con claridad que hay animales heridos y enfermos tanto en el sector de la producción industrial, como en el ecológico, por lo que la organización considera que la salud de gallinas, cerdos y vacas no depende únicamente de las instalaciones en las que se ubican, de si hay paja en el suelo, de si cada animal cuenta con un poco más de espacio, etc., son también cruciales las practicas que llevan a cabo los responsables de las granjas.
Algunas granjas logran que sus animales estén sanos, pero hay muchas otras en las que siempre suele haber problemas con animales enfermos y lesionados, y es que la ganadería, según Foodwatch, es más compleja de lo que parece y exige mucho a los ganaderos. El Ministerio Federal de Agricultura de Alemania piensa introducir un etiquetado que hace referencia a la calidad de la crianza animal, pero este etiquetado no es una solución, ya que sólo proporciona información sobre las diferencias en la forma en que se mantienen los animales, pero no sobre el estado de salud de los animales.
Según Foodwatch, hasta la fecha no existen en el país requisitos legales que obliguen a los dueños de las granjas a mantener sus animales perfectamente sanos, no en el sector de la producción industrial, ni en el ecológico y esto es algo que se considera necesario cambiar, por ello esta organización ha presentado una guía con tres puntos básicos sobre cómo hacer esta transición.
1) Es necesario que el estado de salud de los animales sea registrado sistemáticamente en cada granja.
2) En base a los datos recopilados sobre salud, se debe introducir un índice de salud que permita realizar comparativas y saber que granjas tienen problemas, o llevan a cabo perfectamente si cometido para mantener sanos los animales.
3) Proporcionar asesoramiento a aquellas granjas donde haya mala salud animal, recomendando que mejoras se pueden realizar. Si estas granjas no rectifican, es necesario que haya consecuencias, como por ejemplo recorte de los subsidios agrícolas, o en casos más extremos, la prohibición de la cría de animales. En cambio, los ganaderos que lo hagan bien, deben ser recompensados.
Para lograr esta transición, la organización de consumidores ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para ejercer presión y conseguir que el Ministro Federal de Alimentación y Agricultura del país, cumpla con lo que prometió en su momento, que el ministerio desarrollaría y pondría en marcha una estrategia de salud animal.
En este documento (Pdf) podréis leer el informe “Sufrimiento animal en la cesta de la compra” y en este otro los informes veterinarios sobre los que se basa. Podéis conocer más detalles sobre el problema a través de la página oficial de Foodwatch.