Los Speculoos, también llamados Speculaas o Spekulatius (hay quien las conoce como galletas de mantequilla y jengibre) son unas galletas belgas tradicionales del periodo de Adviento y Navidad, pero se consumen habitualmente, además de en Bélgica, en Alemania, Holanda y el norte de Francia. Se caracterizan por su forma original, es muy llamativa, con figuras y motivos trabajados (antiguamente con moldes de madera donde se prensaba la masa) como la que podéis ver en la imagen, pero también por su textura crujiente y su sabor.
Aunque los speculoos han evolucionado en cuanto a presentación y consumo, son unas galletas deliciosas para tomar con el café y se sirven todo el año en hogares y en establecimientos hosteleros. Su variedad ha llevado a que incluso se bañen en chocolate o se elabore una crema para untar.
Los ingredientes de los speculoos son tradicionalmente la harina, muy poca levadura, mantequilla, huevos, azúcar moreno y canela en polvo, es esta especia y el azúcar moreno lo que le dan el característico color a estas galletas, y su genuino sabor. El azúcar además le proporciona una textura crujiente especial. Según el azúcar utilizado se consigue mayor o menor crujibilidad, pero es cuando encuentras sus granitos cuando más gustan.
De todas formas hay quien elabora los speculoos con miel, que también colabora en el color final de la galleta. En cuanto a las especias, también es común añadir cardamomo, jengibre, nuez moscada o clavo entre otras.
El mayor fabricante de speculoos es Bélgica, su distribución cada vez es mayor, podemos encontrarlos en muchos comercios de nuestro país. Seguramente participará en la difusión de estas galletas el nuevo ‘helado con sabor a Navidad’ de Häagen Dazs, un cremoso helado de caramelo con trocitos de speculoos.
Ya que estamos en las puertas de las fiestas navideñas, tendremos que hacer nuestros speculoos, en estos días os mostraremos su elaboración.
Actualización: Receta de Speculoos