Una Sopa de puerros y nabos con aceite de jengibre es un entrante ligero, nutritivo y delicioso. Pocos ingredientes, muy humildes además, pero nos permiten disfrutar de un plato que nos tienta a repetir.
Esta sencilla Sopa de puerros acepta la incorporación de otros ingredientes, a veces la hemos preparado con otros tubérculos o añadiendo quinoa o trigo bulgur. Nos encanta también con el toque cítrico de la lima kaffir o del lemon grass, aunque el aceite de jengibre casi nunca falta.
Ingredientes (4 comensales)
- 3 puerros
- 3 nabos
- 1-2 chirivías
- 2 chalotas
- 900 mililitros de agua
- pimienta de Jamaica (o pimienta negra en su defecto)
- macis (o nuez moscada)
- aceite de oliva virgen extra
- aceite de jengibre
- sal
- cebollino liofilizado
- shichimi togarashi (opcional).
Elaboración
Pela los puerros y córtalos en finas rodajas. Pela las chirivías y córtalas en láminas o en daditos, igual que los nabos, pero reserva el nabo más pequeño para cortarlo en rodajas y servirlo crudo en la sopa. Pela también las chalotas y pícalas.
Cubre el fondo de la olla con aceite de oliva virgen extra y pon a fuego medio-bajo, pon los puerros a pochar con un poco de sal, y cuando empiecen a estar tiernos incorpora las chalotas, rehoga unos minutos hasta que desprendan todo su aroma y agrega los nabos y las chirivías, baja el fuego y sofríe unos diez minutos moviendo de vez en cuando.
Incorpora entonces el agua a la vez que pones a fuego fuerte para llevar a ebullición, añade sal al gusto, la pimienta de Jamaica y el macis. Tapa la olla y cuando empiece a hervir reduce el fuego al mínimo, deja cocer unos 20 minutos aproximadamente.
Pasado este tiempo, pasa la batidora para obtener una sopa ligera pero algo cremosa. Si lo deseas puedes añadir un par de cucharadas de nata y también puedes colarla si quieres que esté más fina.
Emplatado
Sirve la sopa de puerros y nabos en un cuenco o plato hondo, añade las rodajas de nabo crudas, espolvorea un poco de shichimi (también puedes añadir una pizca de pimentón de la Vera picante o dulce), el cebollino y un hilo de aceite de jengibre. ¡Buen provecho!