En los meses fríos el plato de sopa suele ser muy recurrido en la mayoría de hogares, basta un buen caldo y un poco de pasta para tener un primer plato reconfortante y rico. Pero podemos darle un poco más de gracia añadiendo algunos ingredientes, quizá no son muy habituales en este tipo de entrantes, pero creednos que resulta delicioso, tomad nota de esta Sopa de galets con jamón y queso de oveja.
Sigue siendo una sopa sencilla, se elabora a partir de un caldo de jamón casero para el que lo único que necesitamos es agua y un hueso de jamón, algún puerro o cebolla si se desea. Este caldo resulta muy sabroso y su sabor se transmite a la pasta, además en esta sopa se potencia con unas cintas de jamón serrano (no muy curado para que no resulte muy salado) y se combina con unas lascas de queso de oveja curado. Probadla y nos contáis, y si no encontráis este tipo de pasta, los galets o caracolas, buscad alguna similar, al menos que sea grande.
Ingredientes (4 comensales)
- 1’5 litros de caldo de jamón
- 1 ramita de romero
- 180 gramos de galets (u otra pasta grande similar)
- 4 lonchas de jamón serrano
- 80 gramos aprox. de queso de oveja (Roncal o similar)
- unas gotas de aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Pon en una olla el caldo de jamón con la ramita de romero, llévala al fuego y cuando rompa a hervir incorpora los galets y baja la temperatura, cuece hasta que la pasta esté a tu gusto, cocida pero no excesivamente blanda.
Mientras se cuecen los galets en la sopa y se infusionan con el romero, prepara el jamón serrano y el queso, el primero córtalo en tiras finas y no muy largas, y el queso córtalo en lascas que sean finas pero no como para que se fundan con el calor del caldo.
Cuando los galets estén cocidos, retira la olla del fuego y procede a emplatar.
Acabado y presentación
Reparte la sopa de galets aromatizada con romero en los platos hondos, reparte también las tiras de jamón serrano y las lascas de queso curado. Para terminar, añade unas gotas de aceite de oliva virgen extra y decora con unas hojitas de romero, para que el comensal identifique parte del sabor que encontrará en el plato. ¡Buen provecho!