¿Para qué sirve que los alimentos o productos alimentarios lleven una etiqueta en la que indiquen sus ingredientes y contenido nutricional si la mayoría de veces no nos lo podemos creer?. El tema más candente en este aspecto de las últimas semanas ya lo conocéis, el fraude en el etiquetado de productos alimentarios en los que se indica que llevan carne de vacuno y en ellos se ha hallado carne de caballo, la alarma saltó en Irlanda y Reino Unido, pero a día de hoy hay más países afectados, Francia, Suecia, Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Dinamarca, Holanda, Luxemburgo y Chipre, y veremos qué pasa…
Queremos continuar hablando del etiquetado de los alimentos y de su veracidad, tanto interés de informar lo mínimo y tantas alarmas de fraudes en el etiquetado, lo único que provoca es crear desconfianza en la población. Si nos engañan con los ingredientes que contienen, cuánto más con la información nutricional, ¿recordáis el post Información nutricional de los menús de restaurantes de comida rápida?, pues el tema de hoy va por ese camino, ¿Son ciertas las calorías indicadas en las etiquetas de los alimentos?, en muchos casos no, como ya pudimos comprobar en el artículo antes mencionado, y como podéis ver a continuación en el vídeo ‘Calorie Detective’ realizado por el cineasta Casey Neistat.
Este joven director y productor de cine, y creador de populares vídeos en YouTube, ha realizado un corto con el que ha querido demostrar y ayudar a que la gente tome conciencia (al menos en Nueva York) de que la información sobre las calorías proporcionadas en los restaurantes, principalmente de fast food, no es exacta. Quien debería tomar plena conciencia y poner solución son los organismos competentes, ya está bien de dejar pasar tanto engaño… se lleva denunciando esto varios años, y no sólo en Estados Unidos.
Para hacer este vídeo, Casey Neistat eligió cinco alimentos que podría consumir un neoyorquino en un día, un muffin, un sándwich de tofu, un sándwich del Subway, un Frappuccino de Starbucks (de este también os hablamos) y un burrito chipotle. Llevó estos productos a analizar para conocer el verdadero contenido en calorías, y el resultado ya lo habéis visto en el vídeo, cuatro de los cinco productos contenían más calorías que las indicadas en la etiqueta, lo que implica que si se calculan las calorías de cada comida o la ingesta energética diaria, en este caso se habrían consumido 550 kcal. con total desconocimiento del consumidor. Y es que lamentablemente, los consumidores no tenemos forma de determinar la cantidad de calorías de los alimentos, estamos obligados a confiar en el etiquetado, pero ya vemos que no es posible.
Quienes tienen el problema de padecer sobrepeso u obesidad y deben controlar la ingesta de calorías sólo tienen una solución, no consumir ningún producto preparado, ni siquiera ensaladas, igual de recomendable es para quien realice una dieta de mantenimiento. Y no hace falta ser muy agudo para pensar que igual que la información de las calorías no es real, la del contenido en grasas, carbohidratos, proteínas, sodio… también será ‘orientativa’.
Vamos a poneros un ejemplo, que se puede considerar banal, pero que personalmente nos molesta, nos indigna y nos afirma que si se miente en las cosas pequeñas, más se hará en las de mayor envergadura. Os preguntamos, ¿tienen las mismas calorías las avellanas que los kiwis?, ¿tienen las mismas grasas las fresas que el trigo? , evidentemente no, pero parece ser que para los que etiquetan los yogures de Hacendado (Mercadona) que veis en la foto inferior sí.
La base del yogur puede ser la misma, pero a unos se les añade fresa o kiwi y a otros con muesli con frutos secos. 100 gramos de fresas tienen unas 32 kcal. y 100 gramos de avellanas unas 650 kcal. ¿Qué yogur han analizado para proporcionarnos la tabla nutricional, el de fresa, el de muesli o ninguno?. ‘El castigo del embustero es no ser creído aún cuando diga la verdad (Aristóteles)’.
Si queréis conocer más detalles sobre el corto ‘Calorie Detective‘, podéis acceder a la noticia publicada en The New York Times.