Siete cosas que se pueden hacer con un envase de Pringles

Una de las formas de promocionar un producto, al margen de su calidad, de su presentación y de que sea sabroso y enganche, entre otras cosas, es dándole visibilidad aun cuando el producto ya se ha consumido, por ejemplo, dando utilidad al envase en el que se comercializa y donde sigue luciendo su marca. Y posiblemente esto le haya pasado, sin quererlo, a los creadores del famoso aperitivo con forma de patata conocido porque ‘cuando haces pop, ya no hay stop’. Y es que el envase en el que se comercializa, a pesar de no ser el más práctico a la hora de comer las ‘patatas’, se ha convertido en objeto ideal para reciclarlo, dándole una segunda vida.

En las redes sociales podemos ver cantidad de fotos y vídeos en los que muestran cómo reutilizar el tubo en el que se comercializa este aperitivo de patata, y lo cierto es que la gente tiene mucho tiempo libre y mucha imaginación, vistos los resultados. Sólo para que os hagáis una idea, os vamos a nombrar siete cosas que se pueden hacer con un envase de Pringles, y lo hacemos con un vídeo en el que vais a poder ver hasta 15, pero no todas tienen relación con la cocina, así que no las vamos a mencionar, aunque las podréis ver.

Antes de seguir, quede claro que no estamos recomendando el consumo de este sucedáneo de patata, pero seguro que son pocas las personas que nos las han probado, al menos cuando aparecieron en nuestro mercado. Si nos paramos a pensar, no recordamos cuándo fue la última vez que las comimos nosotros, de hecho, seguramente las comimos por separado, es decir, aún siendo adolescentes. Pero esto tampoco es relevante, así que vamos a ver qué se puede hacer con un bote vacío de Pringles.

De lo que puede resultar útil en la cocina vamos a destacar seis cosas, aunque también merece la pena reseñar el truco para coger las ‘patatas’ cuando el paquete ya no está lleno (por eso hablábamos de siete), sin necesidad de meter la mano en él, para algunos es incómodo por el tamaño y para otros porque se ensucian. Pues el truco es muy sencillo, se trata de introducir un folio doblado que después hará de bandeja deslizante, las imágenes lo muestran claramente.

Y una vez vacío y lavado el recipiente, se puede hacer con él un contenedor de bolsas de plástico (al menos así se reciclan y no se convierten, de momento, en basura), en una caja para guardar y dispensar el hilo de cocina, en un tarro para guardar macarrones u otros tipos de pasta, en un galletero que preservará mejor las galletas que si se dejan en su bolsa de plástico abierta, en un dispensador de pajitas para beber, y además, el tapón puede ejercer de posavasos.

Como habéis visto en el vídeo, también tiene otras utilidades el envase de las Pringles, con él se puede hacer un lapicero, una hucha, una lámpara… incluso prendiendo uno de estos aperitivos de patata con fuego, dispondremos de una vela, pero no confiemos en que sea algo seguro…

¿Qué os parece?, ¿merece la pena guardar uno de estos botes de aperitivo?, ¿conocéis algún otro truco para reutilizarlo?

Foto | Punalnenkala

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