Sergi Arola ha recibido el I Premio Picota 2008, premio otorgado por la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte. El motivo de la entrega de este premio no es más que la introducción de las cerezas extremeñas en el menú degustación del restaurante Sergi Arola Gastro.
Aunque según uno de los responsables del Consejo Regulador de las Cerezas del Jerte, el premio se ha otorgado al cocinero por la cocina que ofrece y por la introducción que ha realizado de las cerezas en el menú como un postre ideal.
Parece evidente que el premio está sujeto a promocionar las cerezas del Jerte y una figura como Sergi Arola sirve para estos fines. Son muchos los cocineros que utilizan las cerezas de esta denominación cuando llega la temporada en sus menús, pero no por ello se les otorga un premio especial. De todos modos, el Consejo Regulador de las Cerezas del Jerte ha anunciado que cada año se otorgará este galardón a los cocineros que promocionan una dieta sana y equilibrada en la que la fruta fresca no debe faltar.
Sergi Arola no estaba presente para recoger el premio y lo recibió en su lugar su mujer Sara Fort, posiblemente el chef se encuentra en el primer restaurante que abre en Portugal, un nuevo espacio gastronómico ubicado en un lujoso hotel de 5 estrellas, el Hotel Penha Longa Resort.
Sergi Arola no deja de recibir premios y reconocimientos, sean más o menos valorados, relacionados con su cocina o no. No hace mucho el cocinero era nombrado mensajero de la candidatura olímpica de Madrid 2016, otro premio que recibía también recientemente era la Medalla al Mérito Agrícola de Francia.
Y es que en este sentido, es como que un futbolista de élite anuncie natillas, el que mayor lucro obtiene es el fabricante de postres. Así que, ¿no os parece que Karlos Arguiñano recibe pocos premios?, seguro que sabéis que cuando el cocinero más simpático de la televisión hace merluza, los pescaderos se frotan las manos y si utiliza champiñones se terminan las existencias en los supermercados.
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Más información | D. O. del Jerte
1 comentarios
Hace un par de sábados, no había forma humana de encontrar brócoli en el mercado de mi barrio (Cabanyal, Valencia). Efectivamente, el viernes Arguiñano había cocinado con brócoli. A saber, cómo y por qué decide los ingredientes de sus platos.
Respecto a la gente de la cereza de Jerte, creo que deberían despedir a su consejero de marketing. O incluso mejor, contratarlo. Arola… en fin, Arola es un caso perdido para la gastronomía desde hace mucho tiempo. Y para el marketing, comienza a serlo.