La compañía de juguetes Hasbro, en colaboración con la cadena de hipermercados Asda, ha puesto en marcha una iniciativa con la finalidad de llamar la atención y aumentar la conciencia sobre el desperdicio alimentario, se trata de la creación del Señor Potato imperfecto o deforme, una versión del conocido juguete de Hasbro, formado por una figura de plástico con forma de patata y diferentes piezas insertables para crearle una cara.
El nuevo Señor Potato se está subastando en eBay, el dinero que se recaude se destinará a FareShare, una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo luchar contra el hambre a través del tratamiento de residuos alimentarios y la recuperación de alimentos que son aptos para el consumo humano. La comida que recupera esta organización se envía a otras organizaciones benéficas que se encargan de repartir los alimentos entre las personas más necesitadas.
Uno de los responsables de FareShare comenta que la imperfección de los alimentos no guarda relación con el sabor, estos productos que no cumplen con los estándares de mercado por color, tamaño o forma, suelen ser descartados y convertidos en desperdicio alimentario, y esto es algo que muchas organizaciones humanitarias intentan evitar. Con estos alimentos se pueden preparar magníficas y nutritivas comidas sin ningún problema, por lo que no tiene sentido que se sigan desperdiciando miles de kilos de alimentos imperfectos.
FareShare explica que el desperdicio de alimentos en general es un grave problema al que hay que hacer frente cuanto antes, no se puede permitir que un tercio del suministro alimentario mundial se desperdicie cada año mientras 800 millones de personas en el mundo pasan hambre. Daniel Nicholls, Responsable de Desarrollo Corporativo de FareShare, comenta que en Estados Unidos se gastan anualmente 218.000 millones de dólares para producir alimentos que nadie consume, esta cantidad representa el 40% de todos los alimentos que se cultivan en el país, algo que nosotros ya explicábamos en este post.
Pero también es verdad que la conciencia sobre este problema se ha incrementado, y siguiendo con el ejemplo de Estados Unidos, merece la pena recordar que a finales del año pasado se anunció el desarrollo de un plan que tiene como cometido reducir el desperdicio alimentario en un 50% para el año 2030. Para ello el Gobierno, en colaboración con numerosas organizaciones humanitarias y religiosas, instituciones, gobiernos estatales, etc., formó una coalición para abordar las prácticas de desarrollo sostenible que permitan reducir los desechos alimentarios.
Hablando del Reino Unido, país donde se ha puesto en marcha la iniciativa de la subasta, recordemos que Asda, la segunda cadena de hipermercados más importante del país, puso en venta en todos sus centros la caja de verduras imperfectas por un precio que suponía un ahorro del 30% para los consumidores, de ello hablábamos aquí. Desde Asda comentan que sus clientes han reaccionado muy bien ante la propuesta de la caja de verduras imperfectas y esperan que el Mister Potato deforme obtenga la misma respuesta.
El Director de Marketing de Hasbro comenta que la compañía está encantada con trabajar con ASDA para crear conciencia sobre este problema, así como defender la labor que lleva a cabo FareShare, para mostrar que existe una gran oferta de frutas y verduras saludables y llenas de sabor a pesar de sus imperfecciones, para todas aquellas familias que viven en el Reino Unido. Dado que se trata de una buena causa, se invita a que las personas pujen por este juguete tanto como sea posible.
Lo cierto es que el Mr. Potato imperfecto no va a resolver el problema, algunos lo ven como un comienzo en la lucha contra el desperdicio alimentario, otros consideran que es una campaña que no servirá de nada, siendo más efectivas acciones como la comercialización de las frutas y verduras en todos los supermercados del país a precios más económicos. La subasta del juguete concluye hoy y de momento su precio en la puja ha alcanzado sólo 500 libras (unos 600 euros). Esto es de esperar, los consumidores no pueden pujar como lo pueden hacer las empresas, por lo que se puede decir que será un fiasco de campaña.
Existen muchas otras acciones que pueden contribuir a concienciar a la población sobre la necesidad de prestar menos atención a esos estándares de mercado como el color, el tamaño o la forma, valorando y priorizando sobre todo el sabor.