Las semillas de amapola con las que se elaboran panes, bizcochos y otros productos de repostería, suelen ser las que se extraen de las cápsulas inmaduras de las amapolas silvestres (Papaver rhoeas) o de las amapolas conocidas como adormideras (Papaver somniferum).
Las semillas de amapola de la Papaver somniferum han sido acusadas de contener alcaloides como morfina o codeína entre otros componentes del opio, ya que dichas semillas se encuentran en la cápsula o corona junto al látex o jugo llamado opio (término que deriva del griego ópion=jugo) y conocido por ser una droga analgésica narcótica.
Las semillas se extraen una vez que se seca la planta y pueden tener contener vestigios de estos alcaloides, pero no los suficientes como para que provoquen algún efecto en el organismo. Aún así, parece ser que después de disfrutar de unas magdalenas, pan o bizcocho con semillas de amapola, podría dar positivo en pruebas de consumo de opiáceos. Por este motivo no está permitida su comercialización en algunos lugares como Singapur o Arabia Saudita.
El uso de las semillas de amapola está extendido en muchas culturas gastronómicas, La India, Turquía, China, Rumanía, Irán, Canadá, Holanda… igual que se incluye en pasteles, panes y repostería, también se elaboran sopas, salsas, bebidas, pastas, etc.
Como se puede apreciar en la foto, las semillas de amapola son diminutas, su color puede ir del blanco al negro pasando por ese azul ceniza tan llamativo, pero al parecer, es un efecto óptico, pues en examen microscópico se aprecia una capa pigmentada parduzca.
Sobre las propiedades de esta considerada especia, se le otorgan efectos calmantes y expectorantes. Están constituidas por un 40-50% de aceites, son ricas en ácidos grasos insaturados, un 60% de ácido linoléico, un 30% de ácido oleico y un 3% de ácido linolénico.
Antes de incluirlas en una receta que no tenga que cocinarse, es preferible tostarlas para que desprendan todas sus bondades, no será necesario si se hornean o se cocinan con otros ingredientes. Nos ofrecerán un aroma dulce con sabor a nuez o ligeramente almendrado.
Las semillas de amapola se pueden adquirir en tiendas de dietética y herboristerías. Su precio no es elevado, además, al ser necesaria poca cantidad de semillas en las recetas de cocina, duran mucho tiempo.